- Windows Terminal centraliza CMD, PowerShell y WSL en una sola interfaz, ideal para diagnosticar y reparar fallos cuando la parte gráfica no responde.
- Comandos como SFC, DISM y CHKDSK actúan en capas distintas (archivos del sistema, imagen de Windows y disco) y combinados solucionan la mayoría de problemas de estabilidad.
- Las utilidades de red (ipconfig, netsh, ping, tracert, netstat, nslookup) permiten detectar y arreglar cortes de conexión, lentitud en Internet y tráfico sospechoso.
- Una rutina de mantenimiento mensual con scripts que integren estos comandos ayuda a mantener el PC rápido, estable y con menos riesgo de tener que reinstalar Windows.
Si tu ordenador empieza a ir lento, la Wi‑Fi se corta, aparecen pantallazos azules o Windows se comporta de forma rara, Windows Terminal y la consola clásica son tus mejores aliadas para arreglar muchos de esos fallos sin reinstalar el sistema. Detrás de esa ventana negra hay auténticas navajas suizas para diagnosticar, reparar y dejar tu PC mucho más fino.
En este artículo vas a encontrar una guía muy completa (y sin rodeos) con los comandos clave de Windows Terminal, CMD y PowerShell para detectar problemas, repararlos y hacer mantenimiento. Verás qué hace cada comando, cuándo conviene usarlo, ejemplos concretos para casos reales y cómo combinarlos en una rutina de cuidado regular para que tu PC aguante como un campeón.
Qué es Windows Terminal y por qué es ideal para reparar el PC
Windows Terminal es la consola moderna de Microsoft que unifica en una sola ventana CMD, PowerShell y WSL (subsistema de Linux). Esto significa que puedes saltar entre estos entornos por pestañas, personalizar colores, fuentes y tener varias sesiones abiertas a la vez.
La gran diferencia con la consola clásica es que Terminal te ofrece una interfaz más cómoda, autocompletado y acceso simultáneo a varias shells. Puedes tener una pestaña con CMD para usar CHKDSK, otra con PowerShell para scripts y otra con Bash si trabajas con herramientas Linux.
Mientras que CMD se centra en comandos tradicionales de Windows y PowerShell en automatización avanzada y scripting, Windows Terminal funciona como un contenedor donde los ejecutas todos sin cambiar de aplicación. Esto lo hace especialmente útil cuando la interfaz gráfica falla, Windows no arranca bien o necesitas hacer diagnósticos serios.
Comandos imprescindibles para empezar en Windows Terminal
Antes de meternos en lo avanzado, conviene dominar unos cuantos comandos básicos que te permitirán moverte por el sistema, ver información importante y cerrar procesos cuando algo se queda pillado.
El punto de partida en cualquier consola es help. Si escribes help en CMD o en PowerShell verás una lista con los comandos disponibles en ese entorno, con una breve descripción. Y si escribes, por ejemplo, chkdsk /? o shutdown /?, obtendrás todos los modificadores y ejemplos de uso.
Para desplazarte por carpetas, los clásicos son cd (cambiar de directorio) y dir (listar archivos y subcarpetas). Con cd .. subes un nivel y con tree carpeta puedes ver el árbol completo de directorios.
También es muy útil cls para limpiar la pantalla de la consola, exit para cerrarla y type archivo.txt para mostrar el contenido de un fichero de texto sin abrir el bloc de notas.
Comandos de diagnóstico rápido del sistema
Cuando sospechas que algo no va bien, lo primero es recopilar información. Para ello Windows incluye varias órdenes que resumen el estado del sistema, los componentes y los procesos activos.
El comando systeminfo muestra de una tacada el modelo del equipo, procesador, memoria RAM, versión exacta de Windows, BIOS, parches instalados y más detalles. Es perfecto para comprobar requisitos de un programa o de una actualización.
Si quieres ver los procesos activos, tasklist te enseña todos los que están corriendo y cuánta memoria consumen. Y si alguno se queda colgado, puedes matarlo con taskkill /PID NúmeroDeProceso /F, usando el PID que has visto en la lista.
Para hacer inventario de controladores, el comando driverquery genera un listado con todos los drivers instalados, su tipo, ruta y fecha. Viene genial tras una formateo o cambio de hardware, o si sospechas que un driver está provocando cuelgues y quieres aprender a hacer un backup de drivers.
Otro detalle interesante es usar wmic diskdrive get model,status para ver de forma rápida el estado general de los discos físicos. Si un disco empieza a marcar problemas (“Pred Fail” u otros estados raros), es momento de hacer copia de seguridad cuanto antes.
Red y conexión a Internet: comandos para arreglar Wi‑Fi y latencias
Muchísimos problemas diarios vienen de la conexión: páginas que no cargan, Wi‑Fi que se cae, juegos con lag… Windows ofrece varias utilidades para ver qué ocurre en tu red y corregir configuraciones dañadas.
El más básico es ipconfig, que muestra la configuración IP, la puerta de enlace, máscara de subred, DNS, etc. Puedes usar ipconfig /release y luego ipconfig /renew para soltar y renovar la IP, algo útil si tienes conflictos DHCP o fallos al obtener dirección.
Cuando las webs dejan de resolver correctamente o la Wi‑Fi va “a tirones”, ipconfig /flushdns limpia la caché DNS, y si hace falta puedes editar el archivo hosts para forzar resoluciones locales. Esto ayuda a solucionar errores de resolución de nombres y cortes esporádicos.
Para ir más a fondo, netsh int ip reset restablece la pila TCP/IP. Es una opción más agresiva que suele arreglar conexiones inestables, velocidad muy baja o problemas tras malware o VPNs mal desinstaladas.
La triada ping, tracert (o tracert destino) y pathping te permite comprobar si un servidor responde y por qué ruta pasan los paquetes. ping mide latencia, tracert enseña los saltos intermedios y pathping combina ambos para ver también pérdida de paquetes en cada tramo.
Si sospechas intrusos o programas “tragadatos”, netstat -ano lista todas las conexiones activas, puertos abiertos y direcciones remotas. Así puedes identificar tráfico sospechoso o servicios que no deberían estar escuchando en determinados puertos.
Finalmente, nslookup sirve para preguntar directamente a un servidor DNS por un dominio, o hacer lo contrario (resolver una IP a nombre). Muy útil para ver si el problema está en tu conexión o en el proveedor DNS.
Comandos para comprobar y reparar archivos del sistema: SFC
Uno de los clásicos para reparar Windows es SFC (System File Checker), que se encarga de analizar los archivos protegidos del sistema y restaurar los dañados usando copias en caché.
El uso más habitual es abrir Windows Terminal o CMD como administrador y ejecutar sfc /scannow. Esta orden revisa todos los archivos críticos de Windows y sustituye los corruptos por versiones originales almacenadas en %WinDir%\System32\dllcache.
Si solo quieres comprobar sin tocar nada, puedes lanzar sfc /verifyonly, que se limita a detectar irregularidades sin repararlas. También tienes variantes más específicas como sfc /scanfile=Ruta\archivo para centrarte en un fichero concreto.
Cuando termina el análisis, SFC puede devolver distintos mensajes: que no ha encontrado problemas, que ha encontrado errores y los ha reparado, que ha detectado daños pero no puede arreglarlos o que no ha podido completar la operación. En los últimos casos suele recomendarse ejecutar el comando en Modo Seguro.
Los síntomas típicos para tirar de SFC son funciones de Windows que dejan de responder, aplicaciones del sistema que no abren, errores “archivo no encontrado” en tareas básicas o inestabilidad sin causa clara.
DISM: reparar la imagen de Windows cuando SFC no basta
Si SFC no consigue solucionar los problemas, el siguiente nivel es DISM (Deployment Image Servicing and Management), una herramienta pensada para revisar y reparar la imagen de Windows sobre la que se basa el sistema.
DISM tiene tres opciones clave que conviene ejecutar en este orden y con calma:
- DISM /Online /Cleanup-Image /CheckHealth: comprueba de forma rápida si la imagen tiene daños conocidos.
- DISM /Online /Cleanup-Image /ScanHealth: hace un análisis más profundo y registra cualquier corrupción detectada.
- DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth: intenta reparar la imagen usando archivos de origen (normalmente a través de Windows Update).
Estos comandos se ejecutan también en Windows Terminal o CMD con permisos de administrador. ScanHealth y RestoreHealth pueden tardar bastantes minutos, incluso más de una hora según el estado del sistema y la velocidad del disco, así que paciencia.
Si Windows Update no funciona o está roto, puedes indicar una fuente alternativa con algo como DISM /Online /Cleanup-Image /RestoreHealth /Source:C:\RepairSource\Windows /LimitAccess, apuntando a una carpeta con los archivos de instalación de Windows (ISO montada, red, etc.).
Cuándo conviene usar DISM: cuando aparecen errores al instalar actualizaciones, bloqueos extraños de aplicaciones del sistema, problemas recurrentes que SFC no repara o mensajes relacionados con la imagen de Windows.
CHKDSK: analizar y corregir errores en el disco
El tercer pilar para reparar problemas serios es CHKDSK (Check Disk), un veterano que sigue siendo imprescindible para comprobar y reparar errores físicos y lógicos en el disco duro o SSD.
El uso típico sería algo como chkdsk C: /F /R, donde:
- /F indica que se intenten corregir los errores detectados.
- /R busca sectores defectuosos, intenta recuperar datos legibles y los marca para no volver a utilizarlos.
Si analizas la unidad donde está instalado Windows, lo normal es que el sistema te diga que no puede bloquearla en ese momento y te pregunte si quieres programar la comprobación para el próximo reinicio. Di que sí y reinicia cuando te venga bien.
CHKDSK realiza varias fases: primero revisa la estructura del sistema de archivos, luego comprueba nombres, vínculos y carpetas inaccesibles, y finalmente revisa los descriptores de seguridad. Al finalizar muestra un informe con errores encontrados y reparaciones realizadas.
Además de /F y /R, en volúmenes NTFS dispone de otros modificadores avanzados como /scan, /spotfix, /perf o /sdcleanup, pensados para escaneos en línea más rápidos, correcciones puntuales o limpieza de descriptores. Son útiles en entornos más técnicos.
Señales claras para usar CHKDSK son arranques muy lentos, pantallazos azules recurrentes, archivos que desaparecen o se vuelven inaccesibles y cualquier indicio de que la unidad pueda estar empezando a fallar.
Diferencias entre SFC, DISM y CHKDSK y cómo combinarlos
Aunque los tres se ejecutan desde la consola, cada uno ataca una capa distinta del sistema, y saber esto te ahorra tiempo y disgustos.
SFC se centra en los archivos protegidos de Windows. Es el primer comando que conviene probar cuando notas fallos leves, apps del sistema que no abren, funciones que dejan de funcionar o pequeños bugs.
DISM trabaja sobre la imagen de Windows. Entra en juego cuando SFC no puede reparar ciertos archivos o cuando hay problemas con actualizaciones, corrupción más profunda o errores de mantenimiento interno.
CHKDSK no toca archivos del sistema ni la imagen, sino que revisa directamente el estado del disco y la estructura del sistema de archivos. Es el que debes usar si crees que el problema está en el almacenamiento: sectors defectuosos, cortes de luz, golpes al portátil, pantallazos aleatorios, etc.
Una secuencia muy recomendable cuando el PC se vuelve inestable es: 1) CHKDSK a la unidad de sistema, 2) DISM con CheckHealth, ScanHealth y RestoreHealth, 3) SFC /scannow. Con esta cadena, cubres disco, imagen y archivos protegidos.
Optimización de rendimiento con comandos avanzados (memoria, temporizadores y energía)
Además de reparar, la consola también sirve para exprimir un poco más de rendimiento del sistema, sobre todo en gaming o tareas pesadas, siempre que sepas lo que haces.
Con fsutil behavior query memoryusage puedes ver cómo Windows está usando la memoria para caché de archivos. Si luego aplicas fsutil behavior set memoryusage 2, indicas al sistema que priorice el rendimiento de la caché, lo que puede mejorar la fluidez en juegos o programas que tiran mucho de disco.
En el terreno de temporizadores, comandos como bcdedit /set useplatformtick yes y bcdedit /set disabledynamictick yes fuerzan un tick de hardware estable y desactivan el cambio dinámico de frecuencia. Esto puede reducir pequeñas variaciones de latencia, algo valorado por jugadores muy exigentes.
Para la gestión de energía, el comando powercfg es una joya. Por ejemplo, powercfg /batteryreport genera un informe detallado en HTML con ciclos de carga, degradación de la batería, tiempos de uso y recomendaciones, ideal para portátiles que ya no duran como antes.
También puedes usar powercfg /energy para obtener un informe de eficiencia energética del equipo, indicando dispositivos que impiden la suspensión, opciones mal configuradas o drivers que consumen más de la cuenta. Si además quieres mejorar la productividad con ajustes y trucos, combinar estas métricas con ajustes del sistema puede marcar la diferencia.
Gestión de discos, particiones y mantenimiento del almacenamiento
Cuando el problema está en el almacenamiento, además de CHKDSK conviene conocer otras herramientas como diskpart, defrag, format, convert o fsutil, que te permiten administrar particiones, formatear y revisar aspectos avanzados del sistema de archivos.
diskpart es extremadamente potente y, mal usado, muy peligroso. Con órdenes como list disk, select disk N y clean puedes borrar por completo un disco sin pedir confirmación. También sirve para crear y eliminar particiones, asignar letras de unidad o trabajar con discos virtuales, e incluso para fusionar dos particiones NTFS en ciertos escenarios.
La herramienta defrag ejecuta la desfragmentación en discos mecánicos, algo que puede mejorar el rendimiento en HDD pero no tiene sentido en SSD. Se usa con parámetros como defrag C: /U /V para ver progreso y reporte detallado.
Con convert D: /FS:NTFS puedes convertir una unidad FAT a NTFS sin formatearla, algo útil en discos antiguos o extraíbles que quieras adaptar a funciones modernas de Windows.
Por su parte fsutil permite ver información sobre volúmenes, puntos de montaje, espacio libre y otros detalles avanzados, pensado más para administradores y usuarios avanzados que quieran pulir al máximo el comportamiento del sistema de archivos.
Organización de archivos, procesos y pequeños trucos de consola
La línea de comandos también acelera tareas cotidianas como copiar datos, limpiar carpetas, renombrar archivos o automatizar copias de seguridad sin abrir ni un solo explorador.
Comandos tradicionales como copy, xcopy, robocopy, move, del, md, ren o type permiten montar desde scripts de backup hasta limpiezas periódicas de carpetas temporales. Por ejemplo, robocopy C:\Origen D:\Destino /E es una opción robusta para sincronizar directorios con subcarpetas incluidas.
Para gestionar tareas automáticas puedes usar schtasks, que programa ejecuciones periódicas de scripts o aplicaciones. Es la base para montar mantenimientos regulares sin acordarte cada mes.
Y si necesitas ejecutar una aplicación con otros permisos, runas /user:Usuario «comando» te deja lanzar programas como otro usuario, siempre que tengas la contraseña, algo útil en equipos compartidos o entornos de trabajo.
Por último, para que trabajar en la consola sea más cómodo, comandos como color, title, prompt, cls o cmd permiten personalizar colores, cambiar el título de la ventana, ajustar el prompt o abrir nuevas sesiones rápidamente.
Rutina de mantenimiento mensual con scripts y automatización
La verdadera magia llega cuando conviertes todos estos comandos en una rutina de mantenimiento regular, en lugar de usarlos solo cuando el PC ya va a trompicones.
Una frecuencia razonable es una revisión completa cada 4‑6 semanas, siempre que el equipo no dé problemas graves. En esa revisión puedes incluir:
- Revisión del disco con chkdsk C: /F /R (y en otras unidades si las usas mucho).
- Chequeo de imagen con dism /online /cleanup-image /CheckHealth y, si hay avisos, /ScanHealth y /RestoreHealth.
- Escaneo de archivos del sistema con sfc /scannow.
- Informe de batería con powercfg /batteryreport si usas portátil a diario.
- Revisión de memoria y temporizadores con fsutil behavior query memoryusage y bcdedit si te preocupa la latencia.
Todo esto se puede meter en un sencillo archivo .bat para no tener que ir comando a comando. Guardas el fichero, lo ejecutas como administrador y dejas que haga su trabajo mientras tú te tomas un café. Incluso puedes programar su ejecución con schtasks.
Si quieres ir un paso más allá, puedes complementar esta rutina con herramientas gráficas como el Administrador de tareas, Monitor de recursos o aplicaciones de terceros (HWMonitor, CrystalDiskInfo, etc.) para vigilar temperaturas, salud de los discos y consumos.
Cuándo ya no queda otra que reinstalar Windows
Por muy buenos que sean SFC, DISM, CHKDSK y compañía, hay situaciones en las que ni estos comandos ni los solucionadores integrados van a devolverte la estabilidad completa.
Si tras ejecutar varias veces estas herramientas los errores regresan, el sistema sigue arrancando mal o los bloqueos son continuos, puede que la instalación esté tan tocada que lo más sensato sea hacer una reinstalación limpia de Windows.
También es recomendable empezar de cero cuando has sufrido infecciones de malware serias, problemas de rendimiento extremos que no se van, actualizaciones catastróficas o cambios muy grandes de hardware (sobre todo placa base) que dejan el sistema medio loco.
En esas circunstancias, los comandos siguen siendo útiles para salvar datos, generar informes y comprobar el estado del disco antes de formatear, pero no debes tener miedo a reinstalar: muchas veces es lo que realmente devuelve la estabilidad.
Dominar estos comandos de Windows Terminal, CMD y PowerShell te da una caja de herramientas brutal para diagnosticar, reparar y optimizar tu PC sin depender siempre de asistentes gráficos; combinando SFC, DISM y CHKDSK con utilidades de red, gestión de discos y pequeños ajustes de rendimiento podrás resolver desde cortes de Wi‑Fi hasta corrupciones serias de sistema, y si además montas una rutina de mantenimiento mensual con scripts, tu equipo aguantará mucho más tiempo rápido, estable y listo para trabajar o jugar sin dramas.
Tabla de Contenidos
- Qué es Windows Terminal y por qué es ideal para reparar el PC
- Comandos imprescindibles para empezar en Windows Terminal
- Comandos de diagnóstico rápido del sistema
- Red y conexión a Internet: comandos para arreglar Wi‑Fi y latencias
- Comandos para comprobar y reparar archivos del sistema: SFC
- DISM: reparar la imagen de Windows cuando SFC no basta
- CHKDSK: analizar y corregir errores en el disco
- Diferencias entre SFC, DISM y CHKDSK y cómo combinarlos
- Optimización de rendimiento con comandos avanzados (memoria, temporizadores y energía)
- Gestión de discos, particiones y mantenimiento del almacenamiento
- Organización de archivos, procesos y pequeños trucos de consola
- Rutina de mantenimiento mensual con scripts y automatización
- Cuándo ya no queda otra que reinstalar Windows