- Cryptomator cifra tus archivos localmente con AES-256 antes de subirlos a la nube, protegiendo tanto contenido como nombres de archivos.
- Funciona en Windows, macOS, Linux, Android e iOS e integra bóvedas cifradas con OneDrive, Google Drive, Dropbox y otros servicios.
- Su modelo de cifrado del lado del cliente, código abierto y compatible con RGPD garantiza control total sobre tus datos y tus claves.
- El uso de unidades virtuales facilita trabajar con los archivos como si fueran carpetas normales, manteniendo la seguridad en segundo plano.

La mayoría de personas sube documentos, fotos o copias de seguridad a la nube sin pensárselo demasiado, pero confiar ciegamente en servicios como Google Drive, OneDrive o Dropbox no es siempre buena idea si te preocupa mínimamente la privacidad. Aunque estas plataformas ofrecen cierto cifrado, tú no controlas las claves y, en última instancia, tus archivos dependen de cómo gestionen ellos la seguridad.
Para tener el control real de tus datos, lo más sensato es cifrar tus archivos antes de que salgan de tu ordenador o móvil. Ahí es donde entra en juego Cryptomator, una herramienta de código abierto pensada justamente para eso: proteger lo que subes a la nube sin complicarte la vida, con una interfaz sencilla y una tecnología de cifrado robusta que cumple con los estándares más exigentes y con el RGPD.
Qué es Cryptomator y por qué usarlo con la nube
Cryptomator es un programa de cifrado del lado del cliente diseñado específicamente para servicios en la nube, como OneDrive, Google Drive, Dropbox, Box, iCloud Drive, ownCloud o Nextcloud, siempre que haya una carpeta de sincronización en tu equipo. En lugar de depender de la seguridad del proveedor, tus archivos se cifran localmente en tu dispositivo antes de sincronizarse.
Una de las grandes ventajas es que no necesitas crear cuentas adicionales ni registrar datos personales para utilizarlo. No hay un servidor central de Cryptomator que reciba tus archivos: todo el proceso de cifrado y descifrado sucede en tu ordenador o móvil, y el proveedor en la nube solo ve datos cifrados sin sentido aparente.
La herramienta crea una “bóveda” o caja fuerte dentro de una carpeta (por ejemplo, dentro de tu carpeta de OneDrive) y monta esa bóveda como una unidad virtual en tu sistema. Cuando la bóveda está desbloqueada, ves tus archivos en texto claro en esa unidad virtual; cuando se bloquea, lo único que queda visible son ficheros y nombres encriptados imposibles de interpretar.
Cryptomator es multiplataforma y de código abierto: está disponible para Windows, macOS y Linux, además de tener aplicaciones para iOS y Android. En escritorio es gratuito; en móviles, la app de Android es de pago (alrededor de 14,99 €), mientras que la de iOS también es de pago, aunque suele considerarse una inversión pequeña comparada con el valor de proteger tus datos personales.
El sistema de cifrado se basa en AES con claves de 256 bits, uno de los estándares más utilizados en seguridad moderna, considerado suficientemente fuerte para proteger datos sensibles. Además, no solo se cifran los contenidos de los archivos, sino también los nombres y parte de la estructura de carpetas, lo que dificulta todavía más que alguien pueda deducir qué guardas en tu nube.
Principales características técnicas y de seguridad
Desde el punto de vista técnico, Cryptomator ofrece una serie de funciones que lo convierten en una opción muy sólida para cifrar archivos en la nube, tanto para usuarios particulares como para profesionales que manejan información sensible y deben cumplir requisitos de protección de datos como el RGPD.
La funcionalidad básica gira en torno a la creación de bóvedas cifradas. Cada bóveda es una carpeta especial donde todos los archivos que guardes se cifran individualmente. Eso significa que si cambias un único archivo, solo se sincroniza ese archivo y no la bóveda completa, lo que mejora el rendimiento y reduce el consumo de ancho de banda.
El cifrado AES-256 aplicado a cada archivo se complementa con mecanismos para ocultar nombres de ficheros, rutas y tamaños de archivos. La estructura de directorios resultante, tal y como la ve el proveedor en la nube, aparece “confusa”, sin patrones reconocibles, lo que dificulta que se pueda inferir la naturaleza de los documentos.
Cryptomator ha sido auditado por terceros independientes y se considera adecuado para la sincronización de datos personales de acuerdo con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea. Esto es especialmente interesante si eres autónomo, trabajas con información de clientes o gestionas datos médicos, legales o financieros.
Otra ventaja importante es que la herramienta funciona completamente del lado del cliente. No hay servicios en la nube adicionales, ni transferencias extra, ni necesidad de confiar en un intermediario nuevo; únicamente se cifra lo que ya vas a subir a tu proveedor cloud de siempre. Esto reduce la superficie de ataque y simplifica el modelo de amenazas.
Plataformas compatibles y requisitos básicos
Cryptomator está disponible para la mayoría de sistemas que se usan en el día a día, lo que facilita usar la misma bóveda cifrada desde distintos dispositivos sin dolores de cabeza. Puedes empezar en un PC con Windows y luego abrir los mismos datos desde tu móvil, siempre que uses la misma contraseña de la bóveda.
En ordenadores, la aplicación se ofrece para Windows, macOS y Linux, en versiones de escritorio completamente funcionales. En Windows puedes descargar instaladores en formato EXE o MSI, mientras que en macOS y Linux se utilizan los paquetes habituales de cada plataforma. En el caso de Linux, existen paquetes DEB que se pueden instalar fácilmente en distribuciones como Ubuntu y derivadas.
En móviles, Cryptomator dispone de aplicaciones específicas para Android y iOS. Estas apps permiten acceder a tus bóvedas cifradas, ver, añadir o modificar archivos desde el smartphone o la tablet, y mantener así una experiencia de uso consistente entre todos tus dispositivos.
Para funcionar correctamente en Windows, Cryptomator se apoya en WinFsp para montar la unidad virtual donde se muestran los archivos descifrados. En sistemas como Linux, tradicionalmente ha utilizado WebDAV para el montaje de bóvedas, aunque este método puede dar algún problema puntual con ciertas aplicaciones, por ejemplo al abrir directamente documentos de LibreOffice desde la unidad montada.
En cualquier caso, el requisito fundamental es que tu servicio en la nube disponga de un cliente de sincronización que cree una carpeta local en tu ordenador (por ejemplo, C:\Users\TuUsuario\OneDrive). Cryptomator trabajará sobre esa carpeta para colocar ahí los datos cifrados que luego se sincronizarán con la nube.
Instalar Cryptomator en tu equipo
El proceso de instalación de Cryptomator es bastante directo en la mayoría de plataformas. En general, basta con descargar el instalador oficial, ejecutarlo y seguir unos pocos pasos, sin necesidad de configuraciones complejas. Aun así, conviene conocer algunos detalles específicos según el sistema operativo.
En Windows, tras descargar el archivo EXE o MSI desde la web del proyecto, simplemente se lanza el asistente y se aceptan las opciones por defecto. Durante el proceso se instalarán los componentes necesarios, incluido WinFsp, que es el encargado de crear la unidad virtual donde se verán los archivos descifrados.
En macOS, el procedimiento pasa por descargar la imagen de disco y arrastrar la aplicación a la carpeta de Aplicaciones, como es habitual en esta plataforma. Una vez instalada, podrás abrir Cryptomator desde el Launchpad y comenzar a crear bóvedas cifradas en las carpetas de sincronización de iCloud Drive, Dropbox, OneDrive u otros proveedores.
En Linux, dependiendo de la distribución, puedes instalar un paquete DEB ya preparado. Para sistemas basados en Ubuntu, tras comprobar la arquitectura de tu equipo (por ejemplo con uname -m), se descarga el paquete correspondiente (32 o 64 bits) y se instala con herramientas como dpkg. El comando típico sería algo similar a instalar cualquier otro paquete debian, lo que deja listo el programa en el menú de aplicaciones.
Una vez instalado, el siguiente paso será abrir la aplicación y crear tu primera bóveda. Antes de eso, asegúrate de que el cliente de tu servicio en la nube (OneDrive, Google Drive, Dropbox, etc.) está ya instalado y sincronizando correctamente una carpeta local en tu sistema.
Crear tu primera bóveda cifrada en la nube
Cuando tengas Cryptomator instalado y configurado el servicio en la nube que quieres utilizar, llega el momento de crear una nueva caja fuerte donde guardar tus archivos sensibles. Este proceso se realiza desde la ventana principal del programa y solo lleva unos minutos.
En la interfaz de Cryptomator, verás un botón para añadir una nueva bóveda. Al hacer clic, podrás elegir entre abrir una bóveda existente o crear una totalmente nueva. Seleccionando la opción de nueva bóveda, el programa te pedirá primero que indiques un nombre para esa caja fuerte, por ejemplo “Documentos Privados” o algo que identifique claramente su contenido para ti.
Al elegir el nombre, Cryptomator creará un directorio con esa denominación dentro de la localización que especifiques. Lo habitual es que coloques esta carpeta dentro del directorio de tu servicio en la nube, por ejemplo en la ruta C:\Users\TuUsuario\OneDrive o en la carpeta de Google Drive. Si el programa detecta automáticamente las ubicaciones de las nubes instaladas, podrás seleccionarlas directamente; si no, siempre puedes usar una “Ubicación personalizada” y navegar manualmente hasta la carpeta de sincronización.
En las opciones avanzadas de creación, puedes ajustar algunos detalles, pero para la mayoría de usuarios la configuración por defecto es suficiente. Lo realmente importante llega en el siguiente paso: la definición de la contraseña de la bóveda, que será tu clave maestra para cifrar y descifrar todo su contenido.
Cryptomator te pedirá entonces que introduzcas una contraseña robusta que será la base del cifrado. Es crucial que sea larga, difícil de adivinar y que no la reutilices de otros servicios. Además, el programa ofrece la posibilidad de generar una clave de recuperación o seguridad, una especie de “llave de emergencia” que te permitirá recuperar el acceso a la bóveda en caso de que olvides la contraseña principal.
Es muy recomendable activar esta opción de seguridad extra y guardar la clave de recuperación en un gestor de contraseñas fiable, nunca en la propia carpeta de la nube ni en el mismo equipo sin protección. De esta forma, si algún día tienes un olvido, no perderás definitivamente el acceso a todos los archivos cifrados.
Cuando confirmes la contraseña y la generación de la clave de seguridad (si la usas), solo tendrás que pulsar en el botón para crear la bóveda. En pocos segundos, tu nueva caja fuerte estará lista para usarse y aparecerá listada en el panel principal de Cryptomator.
Cómo desbloquear la bóveda y trabajar con tus archivos
Con la bóveda creada, el flujo de trabajo diario es muy simple: basta con desbloquearla cuando necesites acceder a tus archivos y bloquearla cuando termines. Mientras está desbloqueada, funciona como una unidad más del sistema a la que puedes copiar, mover o borrar documentos igual que harías con cualquier otra carpeta.
En la ventana principal de Cryptomator, verás un listado con todas las bóvedas conocidas en el equipo. Para acceder a una de ellas, selecciónala y pulsa en el botón de desbloqueo. El programa te mostrará un campo para introducir la contraseña asociada a esa bóveda. Una vez validada, Cryptomator montará una unidad virtual en tu sistema: en Windows, por ejemplo, aparecerá con una letra de unidad nueva, como E: o F:.
Desde ese momento, puedes abrir el explorador de archivos y navegar por la unidad virtual como si fuera un pendrive o un disco duro adicional. Los documentos y carpetas que veas ahí están descifrados en tiempo real, listos para ser leídos, editados o borrados. Todo lo que copies a esa unidad se cifrará automáticamente y se guardará en la carpeta real de la bóveda, que a su vez se sincroniza con la nube.
Algo importante a tener en cuenta es que no debes manipular directamente los archivos cifrados que ves en la carpeta real de la nube (por ejemplo, la que se encuentra dentro de tu carpeta de OneDrive). Desde ahí solo verás ficheros con nombres extraños e incomprensibles; no intentes modificarlos ni moverlos manualmente. Siempre trabaja desde la unidad virtual que monta Cryptomator cuando la bóveda está desbloqueada.
Cuando termines de usar la bóveda, vuelve a la ventana del programa y pulsa la opción para bloquearla. Esto desmontará la unidad virtual y dejará los datos inaccesibles sin la contraseña, incluso aunque el proveedor en la nube o alguien con acceso al equipo intente curiosear en la carpeta de sincronización.
Opciones de configuración y seguridad adicional
Además de las funciones básicas de creación y desbloqueo de bóvedas, Cryptomator ofrece varias opciones de configuración que ayudan a ajustar el comportamiento de la aplicación a tus necesidades de seguridad y comodidad. Merece la pena dedicar unos minutos a revisarlas para sacarle más partido.
En la configuración específica de cada bóveda encontrarás, por ejemplo, la opción de establecer un bloqueo automático tras un periodo de inactividad. Esta función es muy útil si sueles dejar el ordenador encendido y te levantas con frecuencia, ya que reduce el riesgo de que alguien acceda a la unidad virtual mientras no estás delante.
También tienes la posibilidad de decidir si quieres que la bóveda se desbloquee automáticamente al iniciar el sistema. Aunque puede parecer cómodo, desde el punto de vista de seguridad es mejor mantener desactivada esta opción, especialmente si otras personas tienen acceso físico al dispositivo o si se trata de un portátil que te llevas fuera de casa o de la oficina.
En la pestaña de montaje, se puede escoger si la unidad debe ser de solo lectura o con permisos de escritura, además de asignar una letra concreta en sistemas como Windows. Configurarla como solo lectura puede ser útil en situaciones donde solo quieres consultar documentos sin riesgo de borrarlos o modificarlos por error.
A nivel global, en la configuración de la aplicación, puedes activar el inicio automático de Cryptomator con el sistema operativo, así como ajustar detalles relacionados con la interfaz o el método de montaje. En algunos entornos específicos, por ejemplo en ciertas distribuciones Linux, puede ser necesario modificar la forma en que se monta la bóveda para evitar incompatibilidades con programas concretos.
En cualquier caso, la filosofía general de la herramienta es mantener la complejidad bajo control para no sacrificar seguridad. Menos opciones rebuscadas significa menos margen para errores de configuración críticos, y eso es buena noticia para usuarios que no quieren convertirse en expertos en criptografía para proteger sus documentos.
Ventajas frente a otras soluciones de cifrado
Cryptomator no es la única opción para cifrar archivos, pero tiene varias características que lo hacen especialmente atractivo cuando se trata de proteger datos en servicios de almacenamiento en la nube. Es una alternativa interesante a herramientas como Picocrypt u otras soluciones similares, e incluso frente a opciones de cifrado de disco como BitLocker.
Una de las principales diferencias es el enfoque estrictamente orientado al uso con nubes tipo Dropbox, Google Drive o OneDrive. La aplicación se integra de forma elegante con la carpeta local de sincronización, lo que permite seguir usando tus servicios de siempre sin cambiar tu flujo de trabajo. Solo añades la capa de cifrado por encima, manteniendo los mismos hábitos de guardado y sincronización.
Mientras que otras herramientas utilizan algoritmos distintos, como XChaCha20, Cryptomator apuesta por AES-256, ampliamente auditado y muy extendido en el ámbito de la seguridad. Para la mayoría de usuarios, la diferencia de rendimiento es mínima, pero la confianza en un estándar tan probado resulta muy tranquilizadora.
El hecho de ser software de código abierto añade un plus de transparencia: cualquiera puede revisar el código, auditarlo o comprobar si hace exactamente lo que promete. Esto contrasta con soluciones privativas donde tienes que confiar en lo que diga el fabricante sin poder verificarlo de forma independiente.
Por otro lado, la posibilidad de crear tantas bóvedas distintas como quieras, cada una con su propia contraseña, ayuda a organizar y compartimentar la información. Puedes usar una caja fuerte para documentos personales, otra para trabajo, otra para copias de seguridad… Si alguna contraseña se ve comprometida, el impacto se limita a esa bóveda concreta.
Todo esto hace de Cryptomator una especie de “navaja suiza” del cifrado para la nube, con un equilibrio muy logrado entre facilidad de uso, robustez técnica y respeto por la privacidad del usuario.
Proteger tus archivos con Cryptomator antes de subirlos a la nube te permite mantener el control de tus datos y reducir tu dependencia de la seguridad interna de cada proveedor. Con una configuración sencilla, un sistema de bóvedas cifradas y un cifrado AES-256 auditado y compatible con el RGPD, la herramienta ofrece una capa adicional de defensa muy potente para cualquiera que quiera tomarse en serio su privacidad digital sin dejar de aprovechar las ventajas de la nube.
Tabla de Contenidos
- Qué es Cryptomator y por qué usarlo con la nube
- Principales características técnicas y de seguridad
- Plataformas compatibles y requisitos básicos
- Instalar Cryptomator en tu equipo
- Crear tu primera bóveda cifrada en la nube
- Cómo desbloquear la bóveda y trabajar con tus archivos
- Opciones de configuración y seguridad adicional
- Ventajas frente a otras soluciones de cifrado