Cómo conectar varios dispositivos USB a un móvil Android con un hub USB-C

Última actualización: 24 de diciembre de 2025
  • Un hub USB-C permite multiplicar el único puerto del móvil en varios USB, HDMI, lectores de tarjetas y Ethernet para usarlo como un miniordenador.
  • La compatibilidad con USB OTG y Power Delivery es clave para conectar múltiples periféricos y cargar el móvil al mismo tiempo sin perder rendimiento.
  • Con un buen hub puedes gestionar discos y tarjetas, sacar vídeo a un monitor, usar teclado y ratón y conseguir una conexión de red por cable estable.
  • Elegir un concentrador de calidad, con los puertos adecuados y soporte de salida de vídeo, marca la diferencia para aprovechar al máximo un Android.

Hub USB-C conectado a móvil Android

Un móvil Android con un solo puerto USB-C parece, a simple vista, un dispositivo limitado. Pero en cuanto le conectas un hub USB-C multipuerto, el teléfono se convierte en algo muy distinto: centro multimedia, miniordenador, gestor de archivos avanzado y hasta solución de copia de seguridad para la cámara de fotos, todo en el bolsillo.

Con un accesorio relativamente barato puedes conectar pendrives, discos duros, tarjetas SD, monitor, ratón, teclado, red por cable y más a tu smartphone. En la práctica, ese único USB-C se transforma en una “regleta digital” que multiplica las posibilidades del teléfono y lo acerca mucho a la experiencia de un portátil.

Qué es un hub USB-C y qué gana tu móvil Android con él

Un hub USB-C es un adaptador que se conecta al puerto USB-C del teléfono y lo distribuye en varios conectores adicionales, compartiendo tanto los datos como la energía. Es decir, convierte un solo puerto en varios USB-A, USB-C extra, HDMI, lector de tarjetas, puerto Ethernet u otros, según el modelo que compres.

La mayoría de móviles Android actuales son capaces de reconocer de forma nativa dispositivos USB conectados mediante OTG (USB On-The-Go) a través de un hub. El teléfono actúa como “host”, igual que haría un portátil, y gestiona al mismo tiempo todos los periféricos enchufados al concentrador.

En la práctica, es como darle “superpoderes” al móvil: de repente puedes usarlo como si fuera un pequeño ordenador con múltiples puertos, al que conectar memorias externas, periféricos de entrada, pantallas externas o incluso una red cableada estable para jugar o trabajar.

Un ejemplo típico de hub USB-C pensado para usar con móviles y portátiles incluye dos o tres puertos USB-A, un USB-C con Power Delivery, salida HDMI, lector de tarjetas SD y microSD y un puerto Ethernet. Con algo así, tu smartphone pasa de tener un puerto solitario a tener media docena de conexiones útiles.

Tipos de puertos que puedes encontrar en un hub USB-C

Según el modelo de hub que compres, tendrás distintos tipos de puertos, pero en general los más habituales son los que te permitirán ampliar al máximo la conectividad de tu móvil Android.

Puertos USB-A: son los USB “de toda la vida”. Con ellos puedes enchufar pendrives, discos duros externos, ratones, teclados, impresoras o receptores inalámbricos de periféricos más antiguos. Siguen siendo imprescindibles si manejas accesorios que aún no han dado el salto al USB-C.

Puertos USB-C adicionales: algunos hubs ofrecen uno o varios USB-C de datos y, muy importante, un USB-C marcado como PD (Power Delivery) para cargar el dispositivo principal. Son el estándar moderno para móviles, tablets, portátiles y muchos accesorios.

Lector de tarjetas SD y microSD: ideal si trabajas con cámaras de fotos, drones, GoPro o grabas vídeo de forma habitual. Conectas la tarjeta al lector del hub y el móvil puede leer y copiar todo el contenido directamente, por ejemplo para pasar fotos del móvil a la tarjeta microSD, sin necesidad de un ordenador de por medio.

Salida de vídeo HDMI o DisplayPort: te permite mandar la imagen del móvil a una tele o monitor externo; consulta las diferencias entre USB-C y HDMI para conectar tu monitor. En los teléfonos compatibles con salida de vídeo por USB-C, podrás usar un modo escritorio tipo Samsung DeX, Motorola Ready For o el escritorio nativo de Android, convirtiendo el móvil prácticamente en un ordenador.

Puerto Ethernet (RJ-45): con un hub que incluya LAN podrás conectar el móvil directamente al router mediante cable. Es perfecto para reducir la latencia y asegurar una conexión estable cuando juegas en la nube, haces streaming de vídeo en alta calidad o necesitas subir archivos pesados sin cortes.

Cómo conectar varios dispositivos USB a tu móvil Android mediante un hub USB-C

El proceso físico es muy sencillo, pero conviene entender algunos detalles para que todo funcione sin errores y sin dañar nada. La idea básica es que el móvil actúe como host y el hub como distribuidor de puertos.

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Primero, asegúrate de que tu teléfono Android admite USB OTG (On-The-Go). La mayoría de modelos recientes lo soportan, pero puedes comprobarlo en las especificaciones del fabricante o con apps específicas que detectan si el sistema es compatible con dispositivos USB externos.

Después, conecta el hub al puerto USB-C del móvil usando el cable integrado o el cable corto que traiga el concentrador. Algunos hubs son compactos sin cable y se enchufan directamente en la parte inferior del smartphone, mientras que otros tienen un latiguillo más flexible.

Una vez enchufado el hub, comienza a conectar tus dispositivos: pendrives, discos duros, ratón, teclado, lector de tarjetas, cable HDMI, cable Ethernet, etc. El teléfono irá detectando cada accesorio y, siempre que el sistema y las apps sean compatibles, podrás utilizarlos al mismo tiempo.

Si tu hub dispone de puerto USB-C PD, enchufa el cargador a ese conector para que el concentrador pueda alimentar tanto al móvil como a los periféricos conectados. Esto es crucial si vas a usar discos duros, pantalla externa o varios accesorios a la vez durante un buen rato.

Power Delivery (PD) en el hub USB-C: cómo funciona la carga mientras usas el móvil

Muchos hubs incluyen un puerto USB-C etiquetado como PD o Power Delivery. Este conector está pensado para que puedas conectar el cargador y el hub se encargue de pasar la energía al teléfono y, en algunos casos, también de alimentar otros dispositivos conectados.

USB Power Delivery es un estándar de carga rápida que permite negociar entre cargador, cable y dispositivo el voltaje y la intensidad adecuados. Gracias a ese intercambio de información, el sistema puede ofrecer más potencia de forma segura, llegando a cifras como 60 W, 87 W o incluso 100 W, según el cargador y el hub.

Si enchufas un cargador que soporta PD en el puerto PD del hub, el concentrador podrá suministrar energía al móvil a la máxima velocidad que ambos (cargador y teléfono) sean capaces de manejar de forma compatible. Es decir, para aprovechar la carga rápida mediante PD, necesitas cargador PD y teléfono compatible con PD.

Ahora bien, si tu cargador no es PD, normalmente podrá cargar el móvil de todas formas, simplemente a velocidades más bajas. En la mayoría de escenarios seguirá entrando corriente, pero sin negociar perfiles avanzados de carga rápida. Lo mismo ocurre si tu teléfono no es compatible con PD pero sí con otros sistemas como Quick Charge o tecnologías propietarias.

Es importante tener en cuenta que cada fabricante de móviles puede usar su propio estándar de carga rápida (Quick Charge, Dash Charge, SuperCharge, etc.). Si tu smartphone no soporta PD, el hub seguirá permitiendo la carga, pero la velocidad puede quedar limitada al modo estándar, sin alcanzar los tiempos de carga más agresivos.

Usos prácticos: de mini centro multimedia a oficina portátil

Uno de los usos más potentes de un hub USB-C con un móvil Android es la gestión de archivos. Puedes conectar varios pendrives y discos duros externos a la vez y usar un gestor de archivos avanzado para copiar, mover o respaldar datos entre ellos sin pasar por un ordenador.

Por ejemplo, si eres fotógrafo o videógrafo, puedes conectar al hub un lector de tarjetas SD o CFexpress y un disco duro USB. El teléfono actuará como intermediario para copiar el contenido de la tarjeta al disco, de forma que vacías la tarjeta en el campo y sigues trabajando sin depender de un portátil.

También puedes montar una especie de “oficina portátil”. Conectas el hub al móvil, enchufas un ratón y un teclado USB, conectas la salida HDMI a un monitor o a la tele del hotel y, si tu teléfono soporta modo escritorio, tendrás una interfaz muy similar a la de un ordenador de sobremesa con ventanas y multitarea más cómoda.

Otro escenario muy útil es el de centro multimedia: el móvil conectado por HDMI a la tele sirve para reproducir películas, series, música o juegos en pantalla grande, mientras el hub te permite tener a la vez un disco duro con tus archivos, un mando USB o incluso conexión Ethernet para que el streaming vaya más fluido.

Si juegas en la nube con servicios como Xbox Game Pass o Nvidia GeForce Now, un hub con Ethernet y HDMI es oro puro: conectas el móvil a la tele por HDMI, lo enchufas por cable al router para minimizar la latencia y, si quieres, añades un mando USB o Bluetooth para disfrutar de una experiencia muy similar a la de una consola.

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Convertir tu móvil en un portátil con modo escritorio

Algunos fabricantes incluyen modos especiales cuando conectas el móvil a un monitor externo, como Samsung DeX, Motorola Ready For o el modo escritorio nativo de Android.

Con un hub USB-C adecuado y un móvil compatible con estos modos, puedes conectarle pantalla externa, teclado y ratón y usar el teléfono como ordenador de trabajo ligero. Correo, ofimática, navegación web, gestión de archivos o videollamadas se vuelven mucho más cómodos.

En estos escenarios es todavía más importante que el hub cuente con Power Delivery pass-through. El vídeo por HDMI, la conexión Ethernet y varios periféricos consumen bastante energía, así que necesitas mantener el móvil cargando mientras haces todas estas tareas.

La configuración típica sería: hub conectado al móvil, cargador USB-C al puerto PD del hub, HDMI del hub a la pantalla, teclado y ratón en los USB-A y, si lo necesitas, un pendrive o disco duro para guardar documentos. Todo con un único accesorio colgando del teléfono.

Si tu hub es compacto, sin cable y se acopla directamente a la base del móvil, tendrás una especie de “dock” pequeño y portátil. Si prefieres reducir la tensión sobre el puerto USB-C del teléfono, los hubs con cable corto o los magnéticos que se fijan a la parte trasera del dispositivo reparten mejor el peso.

Hubs USB-C según el tipo de usuario y diseño

No todos los hubs USB-C son iguales. Según cómo uses el móvil y qué accesorios suelas conectar, te interesará más un tipo u otro de diseño. La idea es encontrar el equilibrio entre número de puertos, tamaño, peso y comodidad.

Los hubs compactos sin cable sobresalen directamente del puerto USB-C del móvil. Son ligeros y cómodos cuando quieres algo discreto, sin cables colgando, y sueles conectar solo unos pocos dispositivos a la vez. Eso sí, si enchufas algo pesado, como un disco duro grande, pueden ejercer demasiada fuerza sobre el puerto del teléfono.

Los hubs con cable corto resultan más versátiles: permiten dejar el concentrador sobre la mesa y, al mismo tiempo, reducen la presión sobre el conector USB-C del móvil. Son una buena opción si sueles conectar varios periféricos y no quieres tener todo el peso colgando del teléfono.

Hay también hubs magnéticos pensados para móviles con sistemas magnéticos integrados o fundas compatibles. Estos se pegan a la parte trasera del teléfono y se conectan por un cable corto y flexible. De esta forma, el puerto USB-C sufre menos y el conjunto queda más cómodo de sujetar y usar.

Por último, están las estaciones de acoplamiento más grandes, con docenas de puertos, pensadas sobre todo para portátiles pero igualmente compatibles con muchos teléfonos. Ofrecen multitud de conectores (USB-A, USB-C, HDMI, DisplayPort, audio, red, lectores de tarjetas, etc.) y suelen admitir potencias altas de PD, pero sacrifican portabilidad.

Conectar almacenamiento externo y tarjetas: copiar y respaldar archivos

Uno de los motivos más habituales para usar un hub USB-C con el móvil es la gestión de almacenamiento externo. El teléfono Android puede ver pendrives, SSD y discos duros conectados por USB siempre que el sistema y el formato de la unidad sean compatibles.

Si trabajas con fotografía o vídeo, un hub con lector de tarjetas SD o microSD es un aliado perfecto: introduces la tarjeta de la cámara, abres tu app de galería o gestor de archivos y copias el contenido al almacenamiento interno o a un disco duro externo sin grandes complicaciones.

Para soluciones de respaldo sobre el terreno, muchos usuarios optan por un móvil Android barato, un hub USB-C, un lector de tarjetas de gama profesional (por ejemplo, CFexpress para cámaras avanzadas) y un disco duro de varios terabytes. La idea es montar un sistema económico de backup sin portátil.

En la práctica, hay que tener presente que algunos teléfonos de gama baja pueden tener limitaciones a la hora de reconocer varios dispositivos de almacenamiento simultáneos. Por ejemplo, un disco duro de 5 TB y un lector CFexpress a la vez pueden no funcionar en ciertos modelos o con algunos hubs.

Si te encuentras con problemas de reconocimiento, prueba con diferentes hubs, cambia el orden de conexión de los dispositivos, revisa si el disco requiere alimentación adicional y comprueba si el teléfono tiene soporte completo para OTG y sistemas de archivos avanzados. En algunos casos, la limitación es del propio hardware o del software del móvil y no hay solución más allá de usar un dispositivo algo más potente.

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Usar el hub USB-C para red, audio y otros periféricos

Además del almacenamiento y el vídeo, tu hub puede servir como auténtica navaja suiza de conexiones: muchos modelos incluyen un puerto Ethernet, jack de audio y otros extras que hacen mucho más versátil tu móvil Android.

Con un puerto Ethernet integrado en el hub puedes decir adiós a buena parte de los problemas de WiFi. Un cable de red directo al router te ofrece más estabilidad, mejor velocidad sostenida y menos latencia, algo que se nota especialmente en juegos online o streaming de vídeo de alta calidad.

Algunos hubs incluyen también salida de audio de 3,5 mm, lo que permite conectar auriculares con cable, micrófonos o altavoces externos directamente al concentrador. Esto es ideal si vas a usar el móvil para videoconferencias, grabaciones de audio o consumo multimedia y no quieres depender del Bluetooth.

Los puertos USB-A adicionales, más allá de pendrives y discos, sirven para enchufar ratones, teclados, impresoras, mandos de juego, adaptadores WiFi adicionales o receptores de periféricos inalámbricos. Al final, tu teléfono se convierte en el “cerebro” al que conectas casi cualquier cosa.

Piensa en el hub USB-C como una estación de acoplamiento en miniatura: simplifica la gestión de cables, agrupa todas las conexiones en un único punto y te permite pasar de usar el móvil en modo portátil a tener una configuración de escritorio con un solo gesto, conectando o desconectando el concentrador.

Elección de un buen hub USB-C para tu móvil Android

A la hora de comprar un hub USB-C para tu móvil, conviene fijarse en algo más que el precio. Es importante revisar el tipo y número de puertos, el soporte de Power Delivery, la calidad de construcción y la compatibilidad con Android y con salida de vídeo.

Si vas a usar el móvil como centro de trabajo o entretenimiento serio, es muy recomendable elegir un modelo con alimentación externa o, como mínimo, con puerto PD capaz de suministrar suficiente potencia. Así evitarás que el teléfono se descargue mientras tienes varios dispositivos conectados.

Revisa también la velocidad de los puertos USB: los hubs modernos suelen ofrecer USB 3.0 o superiores para datos, lo que facilita transferir archivos grandes, fotos RAW y vídeos 4K sin esperas eternas. En el caso de discos duros externos o SSD, esto marca una diferencia enorme.

En cuanto a la compatibilidad de vídeo, no todos los móviles Android con USB-C admiten salida de imagen por ese puerto. Antes de comprar un hub pensando en conectar el móvil a una tele o monitor, comprueba en las especificaciones del fabricante si tu modelo soporta DisplayPort Alt Mode u otra forma de salida de vídeo por USB-C.

Por último, presta atención a la marca y a los materiales. Un hub bien construido, con carcasa sólida, buen disipado de calor y cable resistente, reducirá el riesgo de fallos, desconexiones y problemas de fiabilidad a largo plazo. No es el accesorio donde más conviene escatimar si vas a usarlo a diario.

Con todo esto en mente, un buen hub USB-C puede transformar completamente la forma en que usas tu móvil Android: de ser solo un teléfono pasa a ser un dispositivo capaz de trabajar con varios discos y tarjetas a la vez, conectarse por cable a Internet, sacar vídeo a una pantalla externa y manejar teclado, ratón y otros periféricos como si fuera un ordenador, todo ello gracias a un pequeño adaptador que expande las capacidades de ese único USB-C.

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