Cómo crear una infografía de tu perfil de LinkedIn gratis y destacar

Última actualización: 25 de diciembre de 2025
  • Las infografías permiten resumir tu trayectoria y experiencia en LinkedIn de forma visual, clara y muy fácil de recordar.
  • Existen distintos tipos de infografías (datos, procesos, comparativas, líneas de tiempo) que se adaptan muy bien al entorno profesional.
  • Hoy puedes generar una infografía gratuita de tu perfil con herramientas basadas en IA y personalizar su diseño y contenido.
  • Para que funcionen, tus infografías deben estar alineadas con un perfil optimizado, una marca personal clara y un diseño legible en móvil.

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LinkedIn se ha convertido en el gran escaparate profesional para cualquiera que quiera encontrar trabajo, conseguir clientes o hacer crecer su marca personal, así que ya no vale con tener un perfil del montón. Hoy en día, quien marca la diferencia es quien sabe presentar su trayectoria de forma clara, visual y fácil de digerir, y ahí es donde una buena infografía de tu perfil puede marcar un antes y un después.

Crear una infografía gratuita de tu perfil de LinkedIn no solo te permite resumir tu experiencia y formación de manera atractiva, también te ayuda a destacar en el feed, captar la atención de reclutadores y responsables de selección y reforzar tu marca. Vamos a ver, paso a paso, cómo sacarle todo el jugo a este formato, qué tipos de infografías funcionan mejor en LinkedIn y cómo diseñarlas para que sean profesionales, legibles y totalmente alineadas con tus objetivos.

Qué es una infografía y por qué encaja tan bien con LinkedIn

Una infografía es mucho más que un dibujito con datos: es la combinación estratégica de texto breve, cifras, iconos y recursos gráficos para explicar algo complejo de forma rápida y muy fácil de entender. Suele apoyarse en gráficos de barras, diagramas, mapas, líneas de tiempo o pictogramas que ayudan a que la información se procese casi de un vistazo.

Piensa en las infografías como una forma de contar historias visualmente; no solo muestran datos, sino que les dan contexto, orden y sentido. Puedes usarlas para visualizar tu carrera profesional, tus logros clave, tus habilidades principales o incluso la evolución de tu sector, haciéndolo todo mucho más memorable que con un simple párrafo de texto.

LinkedIn es el entorno perfecto para este tipo de contenido, porque la mayoría de usuarios entra buscando información clara, rápida y accionable. Una infografía bien hecha capta la atención en el feed, anima a hacer clic, aumenta las interacciones (me gusta, comentarios y compartidos) y hace que tu mensaje se quede en la cabeza de quien lo ve mucho más tiempo.

Además, el concepto de “profesional” ha dejado de ser sinónimo de “aburrido”. Hoy se valoran los perfiles que comunican su propuesta de valor de forma fresca, visual y directa. Una buena infografía de tu perfil, o sobre un tema de tu especialidad, puede ayudarte a construir relaciones más sólidas y a generar oportunidades de negocio o empleo que de otro modo pasarían de largo.

Por qué usar infografías para tu perfil y contenido en LinkedIn

El objetivo real de una infografía en LinkedIn es generar oportunidades: que te llamen para una entrevista, que una empresa se fije en ti, que un cliente potencial te escriba o que te consideren referente en tu área. Para eso, el contenido tiene que estar bien trabajado y el diseño tiene que acompañar.

Una buena infografía te ayuda a mostrar tu expertise sin necesidad de “venderte” de forma agresiva. Por ejemplo, puedes compartir datos curiosos o contraintuitivos de tu sector que dejen claro que dominas el tema: basta con un par de cifras llamativas para generar interés y provocar reacciones del tipo «no tenía ni idea de esto».

Si mantienes un tono cercano, explicas las cosas de manera sencilla y evitas la jerga innecesaria, tu contenido se vuelve mucho más accesible. Es diferente decir “mis competencias clave se orientan a procesos estratégicos de optimización” que “ayudo a las empresas a vender más analizando qué funciona y qué no”. En infografía, esa claridad y naturalidad son oro puro.

Además, una infografía siempre debería incluir una llamada a la acción clara, aunque sea sutil: invitar a que visiten tu perfil, descargar tu CV, suscribirse a tu newsletter, comentar su experiencia o escribirte un mensaje privado. Algo tan simple como “¿Te gustaría que cree algo así para tu empresa? Escríbeme por LinkedIn” puede convertirse en la puerta de entrada a nuevos proyectos.

Otro punto clave es que las infografías se comparten muchísimo más que un texto plano. Si aportan valor real como parte de tu marketing de contenidos y se ven bien tanto en escritorio como en móvil, es muy probable que otros usuarios las compartan con su red o las utilicen en presentaciones internas, lo que multiplica tu alcance y te posiciona como una voz relevante.

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Con el tiempo, si mantienes una línea visual coherente (colores, tipografías, tono), tu audiencia empezará a reconocer tus infografías al instante. Eso refuerza tu marca personal o la de tu empresa, genera confianza y hace que te asocien con contenido útil y de calidad.

Tipos de infografías que mejor funcionan en LinkedIn

En LinkedIn no todas las infografías funcionan igual de bien. Hay formatos que encajan especialmente con el tipo de contenido que se consume en esta red y con lo que buscan los usuarios cuando hacen scroll en el feed.

Las infografías estadísticas son ideales para compartir estudios, resultados de encuestas o tendencias de tu sector. Un gráfico cuidado que muestre, por ejemplo, la evolución del trabajo remoto en distintos países o el porcentaje de profesionales que usan IA en su día a día, puede generar un debate muy potente en comentarios.

También funcionan genial las infografías informativas o educativas, que desglosan un concepto complejo en bloques sencillos: qué es el inbound marketing, cómo afecta la IA al marketing de contenidos, en qué consiste el diseño web centrado en la persona, etc. Este tipo de contenido te posiciona como alguien que entiende bien su área y sabe explicarla con claridad.

Si quieres contar una historia, las infografías de línea de tiempo son una apuesta segura. Puedes usarlas para mostrar la evolución de tu carrera, los hitos importantes de tu empresa o los cambios clave en una industria concreta. Ver tu trayectoria resumida en una cronología visual resulta mucho más impactante que leer un texto largo.

Por otro lado, las infografías de procesos y de listas son las favoritas cuando se trata de contenido práctico: “5 pasos para mejorar tu perfil de LinkedIn”, “10 ideas para aumentar la interacción en tus publicaciones”, “cómo crear una estrategia de contenidos en tres fases”. Cada paso o punto se muestra como un bloque visual que el lector puede escanear en segundos.

También puedes recurrir a infografías comparativas para ayudar a tu audiencia a tomar decisiones rápidas: marketing tradicional vs marketing digital, distintos tipos de CMS, herramientas de diseño web, etc. Este formato encaja muy bien en un contexto profesional donde se comparan opciones constantemente.

Si manejas datos regionales, las infografías geográficas basadas en mapas permiten mostrar de un vistazo diferencias entre países o regiones. Por ejemplo, salarios medios, teletrabajo por zonas, o adopción de herramientas digitales en distintos mercados.

Cuando necesites mostrar jerarquías (prioridades, niveles, pirámides de habilidades), las infografías jerárquicas te ayudan a ordenar la información empezando por lo más importante. Y si lo que quieres es guiar al usuario en una decisión concreta, un diagrama de flujo en forma de infografía puede plantear preguntas tipo “¿Qué estrategia de marketing encaja mejor contigo?” y proponer rutas según las respuestas.

Cómo crear una infografía gratuita a partir de tu perfil de LinkedIn

Además de diseñar infografías desde cero, hoy existe una opción muy interesante: generar una infografía automática de tu propio perfil de LinkedIn usando herramientas basadas en inteligencia artificial. Estas utilidades leen los datos públicos de tu perfil y crean un “viaje visual” de tu trayectoria.

El proceso suele empezar con un cuadro en el que pegas la URL de tu perfil de LinkedIn. A partir de ese enlace, la herramienta recoge tu experiencia profesional, formación, certificaciones e incluso idiomas para estructurarlo todo en un formato gráfico limpio y llamativo.

A continuación, normalmente puedes ajustar ciertos parámetros básicos como el formato de salida (vertical, horizontal), la resolución o el nivel de detalle. Es habitual que se ofrezcan varias plantillas prediseñadas, donde suele haber una opción tipo “infografía profesional” pensada justamente para mostrar tu recorrido laboral.

Cuando eliges esa plantilla, la herramienta te pedirá aceptar los términos y condiciones de uso, y en muchos casos facilitar un correo electrónico. Tras confirmar tu correo, se inicia la generación automática de tu infografía, que verás aparecer en pantalla en cuestión de segundos.

El resultado suele ser una infografía que resume tu experiencia, tu formación y tus logros de forma muy visual: años de experiencia, empresas en las que has trabajado, cargos, periodos, estudios y certificados relevantes. Es habitual que aparezcan barras de tiempo, iconos de sectores o bloques diferenciados por colores.

Una vez generada, tendrás opción de descargar el archivo o compartirlo directamente en redes sociales o por correo electrónico. Este tipo de infografía es perfecta para publicarla como imagen en tu propio LinkedIn, adjuntarla en tu portfolio digital o enviarla a contactos clave que quieras impresionar de un vistazo.

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Lo interesante de estas herramientas con IA es que no se limitan solo a la típica infografía de perfil. Muchas ofrecen plantillas adicionales: carteles de “película” a partir de tu trayectoria, diseños técnicos, planos, esquemas y otros formatos creativos que puedes reutilizar para presentaciones o propuestas profesionales.

Ideas y formatos de infografía que puedes reutilizar en tu perfil

Si quieres ir más allá del clásico CV visual, hay un montón de formatos de infografía que puedes crear y después integrar en tu perfil o compartir como publicaciones en LinkedIn para seguir reforzando tu imagen profesional.

Una opción muy potente son las infografías de datos, que presentan números y estadísticas de forma clara: gráficos de barras, mapas de calor, cuadros de mando, radar, gráficos de líneas, etc. Puedes usarlas para mostrar resultados de proyectos, mejoras de conversión, crecimiento de audiencia, indicadores de rendimiento o cualquier métrica que avale tu trabajo.

También destacan las infografías comparativas de productos, servicios o estrategias. Por ejemplo, si trabajas en marketing, podrías contraponer “campañas offline vs campañas digitales” con columnas de pros y contras, costes, tiempos y resultados típicos. Este tipo de contenido funciona genial en publicaciones y demuestra tu capacidad de análisis.

Los diagramas interactivos o estáticos (diagramas de Venn, organigramas, árboles de decisión, gráficos de flujo) son muy útiles para desglosar procesos complejos, mostrar estructuras de equipo o explicar modelos de negocio. Se entienden de un vistazo y se guardan mucho más en la memoria que un párrafo descriptivo.

Si trabajas con datos geográficos, puedes crear mapas interactivos o destacados por zonas para mostrar, por ejemplo, dónde se concentran tus clientes, en qué países has trabajado o cómo se comportan distintos mercados. Este tipo de infografía encaja especialmente bien en contenidos de social media, blogs o formación online.

Además, hay formatos de infografía más originales que también son muy útiles en LinkedIn: currículums infográficos, tarjetas de receta (adaptadas a “recetas” para campañas, lanzamientos, etc.), pósters digitales sobre un tema técnico o recopilaciones de testimonios de clientes presentados de forma visual.

Herramientas de creación de contenidos visuales como Canva y otras permiten trabajar con plantillas prediseñadas para todos estos formatos, así que no hace falta ser diseñador profesional para conseguir un resultado atractivo. Puedes partir de una plantilla, adaptar colores, tipografías y contenidos, y en pocos minutos tener una pieza lista para publicar.

Claves para que tu infografía en LinkedIn funcione de verdad

Diseñar una infografía no va solo de poner colores bonitos. En LinkedIn la clave está en que el mensaje se entienda en segundos y que invite a seguir leyendo o a hacer clic. Para eso, conviene seguir una serie de principios de diseño y de redacción.

Empieza por usar un lenguaje claro y conciso. Evita tecnicismos que solo entiendan los de tu gremio y textos kilométricos que nadie va a leer en una pantalla pequeña. Cada bloque de la infografía debe poder leerse de un vistazo, con frases cortas y directas.

Antes de diseñar, define cuáles son los 3 o 4 puntos que quieres que la gente recuerde. Esos serán los que destaques visualmente: mayor tamaño de fuente, color diferente, icono llamativo, posición central, etc. Si la persona solo mira tu infografía tres segundos, debería quedarse con esas ideas clave.

La estructura es fundamental: ordena la información de forma lógica, normalmente de arriba abajo o de izquierda a derecha. Puedes apoyarte en números, flechas o líneas que guíen el recorrido visual. Si la vista “se pierde”, el usuario abandona la imagen y sigue haciendo scroll.

En cuanto a los colores, lo ideal es elegir una paleta de 3 o 4 tonos principales que estén alineados con tu marca o con tu estilo personal. Usa contrastes suficientes para que texto y gráficos se lean bien sobre el fondo, pero evita combinar demasiados colores chillones que distraigan del contenido.

La tipografía también importa: elige fuentes muy legibles tanto en móvil como en escritorio, y no utilices más de dos o tres estilos distintos (por ejemplo, una para titulares y otra para texto cuerpo). Revisa que el tamaño del texto siga siendo cómodo cuando la imagen se ve reducida en el feed.

A nivel de maquetación, te ayudará mucho trabajar con una cuadrícula invisible que ordene los elementos y mantenga alineaciones limpias. Deja suficiente espacio en blanco entre bloques para que el diseño “respire” y no dé sensación de estar abarrotado de información.

Otro punto clave es la incorporación de tus elementos de marca. Añade tu logotipo en una esquina o en un espacio reservado, con un tamaño discreto. Usa tus colores corporativos y las tipografías habituales cuando sea posible, y mantén un tono de texto coherente con tu forma de comunicar (más formal o más cercana, según tu caso).

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Por último, piensa siempre en cómo se verá tu infografía en la app móvil de LinkedIn. La mayoría de usuarios entra desde el teléfono, así que conviene hacer una prueba previa para comprobar legibilidad, tamaños y contraste. Si tienes que hacer zoom para leer algo, probablemente haya que simplificar o agrandar textos.

Optimizar tu perfil LinkedIn alrededor de la infografía

La infografía es una pieza más dentro de tu estrategia de perfil, no la solución mágica por sí sola. Para que tenga impacto real, es importante que el resto de tu perfil esté a la altura y trabaje en la misma dirección.

Empieza por la parte superior del perfil, que ahora tiene muchísimo peso visual: foto, titular, localización, empresa actual o último centro de estudios, dos primeras líneas del extracto y foto de fondo. Es la zona donde literalmente “te la juegas”, porque de ahí dependerá que hagan clic en “ver más” o que se vayan a otro perfil.

La foto debe ser claramente profesional: nada de recortes de fotos de fiesta, selfies mal iluminados o imágenes pixeladas. Al ser circular y estar centrada, cualquier error se nota muchísimo. Dedicar un rato a conseguir una buena foto puede marcar más diferencia de la que parece.

El titular profesional es probablemente el elemento más importante a nivel de posicionamiento y de clic. Olvida fórmulas tipo “en búsqueda activa” o limitarte al puesto actual. Aprovecha los caracteres disponibles para explicar brevemente qué haces y qué aportas, utilizando palabras clave de tu sector para ayudar a que te encuentren.

En el extracto, ten en cuenta que solo se ven las dos primeras frases sin hacer clic en “ver más”. Esas líneas deberían ser tus “mega frases”: un resumen directo de quién eres, qué haces y qué tipo de oportunidades te interesan. El resto del texto puede desarrollar la historia, pero el gancho debe estar arriba.

No olvides la imagen de fondo del perfil: es otra oportunidad fantástica para reforzar tu marca visual. Puedes crearla fácilmente con herramientas de diseño online, usando las medidas adecuadas y añadiendo quizá tu especialidad, un eslogan corto o algunos elementos gráficos relacionados con tu sector.

Tu actividad también juega en tu contra o a tu favor: lo que publicas y compartes es mucho más visible con el nuevo diseño. Si vas a empezar a usar infografías de forma recurrente, cuida que el resto de contenido esté a un nivel similar y evita compartir cosas que resten profesionalidad o sean difíciles de entender.

En la experiencia laboral, trabaja especialmente la última etapa, que es la que se ve desplegada por defecto. No la dejes con una sola línea telegráfica: aprovecha para explicar logros, responsabilidades y resultados tangibles. Esta información se puede reflejar después en tus infografías de manera abreviada.

Por último, revisa bien la sección de habilidades y validaciones. Solo se muestran de entrada las tres primeras skills, así que elige las que mejor te representen y contengan las palabras clave más importantes de tu campo. Eso ayudará a que te encuentren más fácilmente en búsquedas internas.

Todo este trabajo de optimización de perfil se verá reforzado cuando lo acompañes de una o varias infografías bien integradas en tu estrategia de publicaciones y en tu portfolio, porque el mensaje será coherente tanto en forma como en fondo.

Si combinas un perfil muy cuidado con infografías claras, visuales y alineadas con tus objetivos, te será mucho más fácil captar la atención de reclutadores, clientes y posibles colaboradores. Se trata de ponerles muy fácil entender quién eres, qué haces y por qué deberían fijarse en ti, y una buena infografía de tu perfil de LinkedIn es una de las formas más rápidas y eficaces de conseguirlo.

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