- Chrome incluye funciones como Ahorro de memoria y Ahorro de energía para reducir el uso de RAM y alargar la batería.
- El panel de Rendimiento permite elegir la agresividad con la que se desactivan pestañas y definir excepciones para webs clave.
- Opciones como mostrar el uso de memoria por pestaña, precargar páginas y gestionar extensiones ayudan a controlar recursos.
- Combinando estos ajustes con buenos hábitos de navegación se puede mitigar en gran medida el alto consumo de Chrome.

Google Chrome es el rey de los navegadores, pero también se ha ganado a pulso la fama de devorador de memoria RAM y batería, sobre todo en ordenadores portátiles y equipos con pocos recursos. Si tu PC tiene 4 u 8 GB de RAM y sueles abrir muchas pestañas, seguro que más de una vez has notado cómo todo empieza a ir a trompicones cuando Chrome se pone intenso.
La buena noticia es que Chrome incluye varias funciones específicas para controlar su consumo de memoria y energía: Ahorro de memoria, Ahorro de energía, alertas de rendimiento, precarga de páginas e incluso una forma de ver cuánta RAM gasta cada pestaña. Muchas de ellas pasan desapercibidas porque están algo escondidas en el menú de configuración, pero bien ajustadas marcan una diferencia enorme en fluidez, autonomía y temperatura del equipo.
Por qué Chrome consume tanta memoria RAM
Antes de tocar ajustes, conviene entender por qué Chrome gasta tanta RAM. El navegador de Google utiliza una arquitectura de múltiples procesos: cada pestaña, extensión y muchos servicios internos se ejecutan como procesos independientes. Esto mejora la estabilidad y la seguridad, porque si una pestaña se bloquea, no se lleva por delante todo el navegador, pero a cambio multiplica el consumo de recursos.
Además, Chrome mantiene activas muchas pestañas en segundo plano. Incluso cuando no estás mirando una pestaña, el navegador suele seguir actualizando su contenido periódicamente para que, al volver a ella, veas la versión más reciente de la página. Esto puede tener sentido en webs dinámicas (correo, redes sociales, mensajería), pero en la mayoría de páginas estáticas solo sirve para que la RAM se llene sin necesidad.
A esto se suma que las páginas web actuales son mucho más pesadas que hace unos años. Lo que antes ocupaba unos pocos megas, ahora puede superar fácilmente los cien, con scripts, vídeos incrustados, animaciones y recursos de todo tipo. Si mezclas esto con el hábito muy común de abrir pestañas como si no hubiera mañana, tienes el cóctel perfecto para que tu memoria RAM se quede corta en un suspiro.
Cuando la RAM se satura, el sistema operativo empieza a volcar datos al disco (archivo de paginación o memoria virtual). En equipos modestos, esto se traduce en lentitud, cuelgues puntuales, ventilador disparado y una experiencia bastante frustrante. Por eso, en ordenadores con 4 u 8 GB de RAM, controlar lo que hace Chrome no es un capricho: es casi obligatorio.
Google es consciente del problema y ha ido añadiendo mejoras internas, pero uno de los cambios más útiles llegó con la introducción de la función Ahorro de memoria en la versión de escritorio. Según la propia compañía, este ajuste puede reducir el uso de RAM de Chrome hasta en torno a un 40 % en determinados escenarios, algo muy notable si tu equipo va justo de recursos.

Ajustes de rendimiento de Chrome: qué permiten hacer
Chrome agrupa sus principales herramientas para optimizar recursos en un apartado llamado “Rendimiento” dentro de la configuración. Desde ahí puedes controlar el comportamiento de las pestañas inactivas, la gestión de energía, la precarga de páginas y las alertas cuando el navegador detecta que va justo de recursos.
Con estos ajustes de rendimiento puedes conseguir varias cosas a la vez: ayudar a que las pestañas activas funcionen con más fluidez, evitar que se congelen webs concretas que quieres tener siempre al día, alargar la duración de la batería del portátil y acelerar la navegación en general precargando contenido que probablemente visitarás.
Es importante tener en cuenta una limitación clave: todas estas opciones de rendimiento avanzadas están pensadas para la versión de escritorio de Chrome. En móviles Android o iOS no puedes personalizar estos comportamientos de la misma forma, así que los trucos que veremos se aplican a ordenadores Windows, macOS, Linux y Chromebook.
Además, Chrome puede mostrarte avisos automáticos cuando detecta que el rendimiento está cayendo. En esos casos, el navegador te sugiere cerrar o desactivar pestañas para recuperar fluidez. Estas alertas se pueden mantener activas (recomendable para la mayoría de usuarios) o desactivar si prefieres gestionar todo manualmente.
En conjunto, el panel de Rendimiento actúa como un centro de control para adaptar Chrome a tu hardware: puedes decidir hasta qué punto quieres ahorrar RAM, qué impacto aceptas en la experiencia visual o en la recarga de pestañas y qué webs deben mantenerse siempre operativas aunque el navegador entre en modo ahorro.

Alertas de problemas de rendimiento: cuándo Chrome te avisa
Cuando Chrome detecta que tu navegación empieza a ir lenta por exceso de pestañas, uso de memoria o procesos en segundo plano, puede mostrar una notificación sugiriendo desactivar algunas pestañas para aliviar la carga. Este aviso suele incluir un botón del estilo “Arreglar ahora” para aplicar el cambio sugerido de forma rápida.
Estas alertas de rendimiento vienen activadas por defecto, y en muchos casos son útiles para usuarios que no quieren complicarse con configuraciones avanzadas. El propio navegador evalúa la situación y propone liberar recursos cerrando o suspendiendo pestañas que no estás utilizando de forma activa.
Si prefieres no recibir este tipo de avisos y gestionar tú mismo el uso de pestañas, puedes desactivar la opción muy fácilmente. Solo necesitas abrir Chrome en tu ordenador, ir al menú de tres puntos de la esquina superior derecha, entrar en “Configuración” y luego hacer clic en “Rendimiento” en la columna lateral izquierda.
Dentro del apartado general de Rendimiento verás la opción “Alertas de problemas de rendimiento”. Si desmarcas este ajuste, Chrome dejará de mostrar notificaciones recomendándote desactivar pestañas cuando detecte un rendimiento bajo. Ten en cuenta que, al hacerlo, serás tú quien deba estar más atento a cuántas pestañas y extensiones mantienes abiertas.
Mi recomendación para la mayoría de usuarios es dejar activadas estas alertas, especialmente en equipos con poca memoria RAM o en portátiles que se usan para trabajar o estudiar. No son invasivas y, cuando aparecen, normalmente es porque algo está ya realmente cargado.
Cómo funciona y cómo activar el Ahorro de memoria en Chrome
El Ahorro de memoria es la función estrella para reducir el consumo de RAM. Su objetivo es sencillo: liberar memoria cerrando temporalmente las pestañas inactivas y priorizando los recursos para las pestañas que estás usando de verdad y para otras aplicaciones de tu ordenador.
Cuando activas Ahorro de memoria, Chrome “apaga” las pestañas que llevas un rato sin tocar. Estas pestañas dejan de consumir recursos en segundo plano y su contenido se descarga de la memoria. Cuando vuelves a hacer clic en una de ellas, la página se recarga automáticamente, recuperando su contenido como si la abrieses de nuevo.
Para activar Ahorro de memoria desde el propio navegador, haz lo siguiente en tu PC o Mac: abre Chrome, pulsa en el icono de los tres puntos verticales en la esquina superior derecha y entra en “Configuración”. Después, en el menú lateral izquierdo, selecciona la sección “Rendimiento”.
Dentro de ese apartado verás una opción llamada “Ahorro de memoria”. Solo tienes que activar el interruptor correspondiente para que Chrome empiece a gestionar las pestañas inactivas. No hace falta reiniciar el navegador: el cambio se aplica al momento y el propio Chrome decidirá qué pestañas puede desactivar según el tiempo de inactividad y otros criterios.
Esta función ha sido presentada por Google como capaz de reducir el consumo de RAM en torno a un 40 % en ciertos escenarios, liberando memoria que pueden aprovechar tanto las pestañas activas como el resto de aplicaciones de tu ordenador. En equipos modestos, el cambio de fluidez suele ser muy evidente.
Niveles de Ahorro de memoria: moderado, equilibrado y máximo
Chrome no se limita a un único comportamiento de ahorro de memoria. Dentro del mismo apartado de Rendimiento puedes elegir hasta qué punto quieres que el navegador sea agresivo a la hora de desactivar pestañas inactivas, ajustando el equilibrio entre comodidad y ahorro de recursos.
El nivel “Moderado” está pensado para quienes buscan un impacto suave. En este modo, Chrome tarda más tiempo en desactivar las pestañas que no utilizas, de manera que se mantiene la sensación de tener todo más “a mano”. Aun así, se consigue liberar memoria cuando las pestañas llevan bastante tiempo sin usarse.
El ajuste “Equilibrado” es la opción recomendada por Google. Intenta encontrar un punto intermedio entre ahorro de RAM y comodidad para el usuario, desactivando las pestañas tras un periodo de inactividad que, en la mayoría de casos, resulta razonable. Es una buena alternativa si no sabes por dónde empezar.
Si eliges el modo “Máximo”, Chrome se vuelve mucho más agresivo a la hora de liberar memoria. Las pestañas en segundo plano se desactivan tras un intervalo de tiempo más corto, lo que maximiza el ahorro de RAM a costa de tener que recargar más a menudo cuando vuelves a una pestaña que habías dejado aparcada.
Sea cual sea el nivel escogido, hay ciertas situaciones en las que Chrome no desactiva pestañas: pestañas con audio o vídeo en reproducción o con llamadas activas, pestañas que están compartiendo pantalla, páginas que muestran notificaciones en directo, descargas en curso, formularios que has empezado a rellenar, pestañas fijadas y pestañas que dependen de dispositivos conectados por USB o Bluetooth.
Evitar problemas: mantén siempre activas las webs importantes
Uno de los miedos habituales al usar Ahorro de memoria es perder información en webs donde estás trabajando (por ejemplo, documentos online, formularios largos o editores en la nube). Para evitar sustos, Chrome permite definir una lista de sitios que nunca se desactivarán, aunque estén en segundo plano.
Esta lista se llama “Mantener siempre activos estos sitios” y está disponible dentro del mismo apartado de Rendimiento, justo bajo la opción de Ahorro de memoria. Desde ahí puedes añadir excepciones para que determinadas direcciones queden blindadas frente a la suspensión automática.
Tienes dos formas de añadir webs a esta lista. La opción “Añadir sitios actuales” te muestra los sitios que tienes abiertos en ese momento en distintas pestañas; solo tienes que marcar la casilla al lado de los que quieras proteger y pulsar en “Añadir”. Si te arrepientes, puedes salir con “Cancelar”.
La segunda forma es “Añadir sitios manualmente”, introduciendo tú mismo la dirección web. El formato aceptado permite bastante flexibilidad, con esquemas del tipo [scheme://][.]host[:port][/path][@query]. Esto te deja cubrir desde dominios completos hasta rutas concretas y ciertos patrones con comodines.
Por ejemplo, puedes excluir dominios y subdominios completos simplemente indicando algo como google.com, lo que cubrirá también drive.google.com, calendar.google.com, etc. Si quieres referirte solo a un dominio sin incluir subdominios, se puede anteponer un punto al host (por ejemplo, .google.com) para restringir la coincidencia.
También puedes apuntar a subdirectorios concretos, como www.google.com/finance, de modo que se mantengan activas todas las páginas dentro de esa sección sin afectar al resto del dominio. Y se admiten comodines (asteriscos) en ciertos componentes, por ejemplo https://* para abarcar todos los sitios HTTPS o youtube.com/watch?v=* para cubrir vídeos de YouTube.
Eso sí, hay limitaciones con los comodines en el componente de host: no se aceptan patrones tipo *oogle.com ni expresiones como google.com/* interpretadas como comodines de prefijo o sufijo en el host. Estos formatos no impedirán la desactivación de pestañas como podrías esperar.
Ver cuánta RAM consume cada pestaña desde la interfaz de Chrome
Además de desactivar pestañas, Chrome ofrece una forma visual de vigilar cuánto consumen. Puedes hacer que, al colocar el cursor sobre una pestaña, la tarjeta de vista previa muestre el uso de memoria asociado a esa pestaña, lo que resulta muy práctico para detectar rápidamente cuál se está comiendo tu RAM.
Para activar esta información de uso de memoria desde Windows, Linux o Chromebook, abre Chrome, entra en “Configuración” a través del menú de tres puntos y pulsa sobre “Aspecto” en la parte izquierda. Dentro de las opciones de tarjeta de vista previa al pasar el ratón por una pestaña, encontrarás el ajuste “Mostrar el uso de memoria de las pestañas”, que puedes activar o desactivar según te convenga.
En macOS el ajuste es muy similar, aunque el texto de la opción es ligeramente distinto. También se activa dentro de “Aspecto”, en la sección referida a la tarjeta de vista previa. Al habilitarla, cada vez que dejes el puntero sobre una pestaña verás datos de consumo de RAM sin necesidad de abrir herramientas adicionales.
Si quieres profundizar todavía más en el consumo de recursos, siempre puedes recurrir al Administrador de tareas interno de Chrome (con la combinación de teclas Shift + Esc en muchos sistemas). Esta herramienta te muestra procesos detallados de pestañas, extensiones y servicios, de modo que puedas cerrar lo que esté disparando la RAM o la CPU.
Combinando la vista rápida en las pestañas y el administrador de tareas, tendrás un control bastante fino sobre qué partes de Chrome están realmente justificando su consumo de memoria y cuáles podrías cerrar, desactivar o reemplazar por alternativas más ligeras.
Ahorro de energía: exprime más la batería del portátil
Además de la memoria RAM, otro punto crítico en portátiles es la batería. Chrome lo sabe y por eso incluye un modo de Ahorro de energía destinado a reducir el consumo cuando el equipo funciona sin estar enchufado o cuando la batería está ya en niveles bajos.
Cuando se activa el Ahorro de energía, Chrome recorta ciertas tareas internas: reduce la tasa de captura de imágenes, limita actividades en segundo plano y disminuye algunos efectos visuales. Todo esto aligera la carga sobre la CPU y la GPU, lo que se traduce en menor consumo energético y, en muchos casos, menos calor y menos ruido de ventilador.
Para activar o desactivar el Ahorro de energía, abre Chrome en tu ordenador portátil, entra en “Configuración” desde el menú de tres puntos y, de nuevo, accede al apartado “Rendimiento” en la columna izquierda. Allí encontrarás el interruptor de “Ahorro de energía”, que puedes encender o apagar según tus necesidades.
El navegador permite elegir cuándo se aplica este modo. Por defecto suele ponerse en marcha automáticamente cuando la batería baja de cierto porcentaje (por ejemplo, un 20 %), pero también puedes configurarlo para que solo funcione cuando el portátil esté desenchufado, maximizando así la autonomía durante viajes o jornadas de trabajo lejos de un enchufe.
Hay que tener en cuenta que, al activar el Ahorro de energía, puede cambiar la experiencia con videojuegos en navegador o con vídeos, ya que la tasa de fotogramas o la fluidez del desplazamiento se reducen para ahorrar recursos. Las pestañas con videoconferencias o audio en reproducción, sin embargo, se gestionan de forma que no se vean afectadas de manera drástica.
Este modo está disponible en equipos Windows, Mac y Chromebook con batería integrada, pero no lo verás en ordenadores de sobremesa sin batería. Si trabajas principalmente con un portátil, merece la pena probarlo, sobre todo si combinas este ajuste con el Ahorro de memoria para tener un Chrome mucho menos tragón en todos los sentidos.
Precargar páginas: velocidad frente a consumo de recursos
Otro de los ajustes de rendimiento que ofrece Chrome es la precarga de páginas. Se trata de una función cuyo objetivo es que la navegación y las búsquedas parezcan más rápidas, precargando en segundo plano las páginas que, según el navegador, es probable que visites a continuación.
Para hacerlo, Chrome puede usar cookies (si las permites) y, en algunos casos, cifrar y enviar páginas a través de los servidores de Google para ocultar tu identidad frente a los sitios de destino. Esto tiene implicaciones tanto de privacidad como de consumo de recursos, ya que significa que se están cargando datos antes incluso de que hagas clic en un enlace concreto.
La opción de precargar páginas se encuentra también en el apartado “Rendimiento” de la configuración. Desde ahí puedes activar o desactivar la función y escoger el grado de precarga que prefieres, adaptándola al equilibrio entre velocidad, uso de datos y consumo de memoria.
Si eliges “Precarga estándar”, Chrome cargará en segundo plano algunas de las páginas que considera más probables en función de tus acciones, lo que suele ser suficiente para notar una mejora de velocidad sin pasarse de agresivo. Si en cambio seleccionas “Precarga ampliada”, el navegador será más intenso y preparará un número mayor de páginas, tornando la navegación más rápida pero aumentando el uso de recursos.
Si tu prioridad absoluta es reducir al mínimo el consumo de RAM y de ancho de banda, puedes valorar desactivar por completo la precarga. Ganarás en control sobre lo que se carga y cuándo, a costa de perder algo de sensación de inmediatez al navegar, especialmente en conexiones lentas.
Otros ajustes y buenas prácticas para domar la RAM de Chrome
Aunque las funciones de Ahorro de memoria y energía son muy potentes, existen otros ajustes y hábitos que ayudan a mantener el consumo de Chrome a raya sin renunciar a tus webs favoritas ni a la comodidad del día a día.
Uno de ellos es la aceleración por hardware, que permite delegar ciertas tareas de renderizado y gráficos en la GPU en lugar de cargarlo todo sobre la CPU y la RAM. Puedes comprobar y ajustar esta opción desde la barra de direcciones, escribiendo chrome://settings/?search=aceleracion+por+hardware, y asegurándote de que el interruptor de “Usar aceleración por hardware cuando esté disponible” se adapta a tu caso.
Otra pieza clave son las extensiones. Muchas de ellas permanecen activas constantemente, incluso cuando no las estás usando de forma directa, y pueden consumir memoria y CPU en segundo plano. Desde chrome://extensions/ puedes revisar cuáles tienes instaladas, desactivar las que uses poco y eliminar las que ya no tengan sentido para tu flujo de trabajo.
Las soluciones de “toda la vida” también siguen siendo válidas: cerrar pestañas que ya no necesitas, evitar tener demasiadas ventanas independientes abiertas, limpiar la caché de vez en cuando y, en general, racionalizar un poco la forma en la que navegas. No solucionan el problema de raíz, pero combinadas con los ajustes de rendimiento te permitirán ir mucho más desahogado.
Por último, conviene mantener Chrome siempre actualizado. Cada nueva versión suele incluir correcciones de errores, mejoras de rendimiento y ajustes internos que pueden reducir ligeramente el consumo de memoria o mejorar la eficiencia de funciones como Ahorro de memoria o la precarga. Un navegador desactualizado no solo es menos seguro, sino que también puede ser menos eficiente.
Si aprovechas todas estas herramientas y configuras Chrome a tu gusto —Ahorro de memoria con un nivel adecuado, lista de sitios siempre activos para tus webs críticas, modo de Ahorro de energía bien configurado en el portátil, precarga ajustada y control de extensiones— conseguirás que siga siendo un navegador rápido y cómodo sin que acabe devorando la memoria RAM de tu equipo ni dejándote sin batería a media mañana.
Tabla de Contenidos
- Por qué Chrome consume tanta memoria RAM
- Ajustes de rendimiento de Chrome: qué permiten hacer
- Alertas de problemas de rendimiento: cuándo Chrome te avisa
- Cómo funciona y cómo activar el Ahorro de memoria en Chrome
- Niveles de Ahorro de memoria: moderado, equilibrado y máximo
- Evitar problemas: mantén siempre activas las webs importantes
- Ver cuánta RAM consume cada pestaña desde la interfaz de Chrome
- Ahorro de energía: exprime más la batería del portátil
- Precargar páginas: velocidad frente a consumo de recursos
- Otros ajustes y buenas prácticas para domar la RAM de Chrome