Por qué puede interesarte tener dos VPN instaladas

Última actualización: 12 de diciembre de 2025
  • Instalar varias VPN es útil para disponer de alternativas, pero solo debe haber una conexión activa cada vez.
  • Usar dos túneles simultáneos suele causar conflictos de red, baja velocidad y problemas de estabilidad.
  • La opción Double VPN o MultiHop ofrece doble cifrado y más anonimato con un único proveedor, a costa de rendimiento.
  • La mejor estrategia combina una buena VPN con Double VPN y, si hace falta, una segunda VPN como respaldo para bloqueos o usos específicos.

ventajas de tener dos VPN instaladas

Usar una VPN se ha vuelto casi obligatorio si te conectas a redes Wi‑Fi públicas, trabajas en remoto o simplemente te preocupa lo que tu proveedor de internet y las webs saben de ti. Pero cuando empiezas a tirar del hilo, enseguida surge la duda: ¿tiene sentido tener dos VPN instaladas en el mismo dispositivo, o incluso intentar usarlas a la vez?

La respuesta corta es que instalar varias VPN sí puede ser una buena idea, pero ejecutar dos túneles simultáneos suele traer más quebraderos de cabeza que beneficios. Además, entra en juego otro concepto que se suele confundir: la Double VPN o MultiHop, que no es lo mismo que tener dos aplicaciones distintas, sino una función avanzada que duplica el cifrado pasando por dos servidores encadenados.

¿Qué significa realmente tener dos VPN instaladas?

Conviene separar dos situaciones completamente diferentes: por un lado, tener varias aplicaciones VPN instaladas en el móvil u ordenador, y por otro, intentar que dos conexiones VPN funcionen al mismo tiempo. Lo primero suele ser perfectamente viable; lo segundo, en la práctica, casi siempre acaba en conflictos de red.

Cuando hablamos de “tener dos VPN” en el dispositivo, normalmente nos referimos a tener varias apps (por ejemplo, NordVPN y Surfshark) listas para usarse, pero solo una activa en cada momento. El sistema operativo crea una única interfaz virtual por la que se enruta el tráfico cuando te conectas a un servicio, y al cambiar de VPN simplemente se levanta otro túnel distinto.

En cambio, ejecutar dos túneles a la vez es otro cantar. Cada cliente VPN intenta tomar el control del enrutamiento y de las reglas de cortafuegos; al competir entre sí, aparecen errores, pérdida de conectividad o que una de las apps fuerce la desconexión de la otra. Muchos servicios, de hecho, detectan que ya hay un túnel activo y bloquean la segunda conexión.

Esta distinción es clave para entender por qué vas a ver ventajas claras al instalar más de una VPN como “plan B”, pero también por qué no es recomendable montar configuraciones caseras con dos túneles simultáneos, salvo casos muy concretos y controlados.

usar dos vpn al mismo tiempo

Motivos para tener más de una VPN instalada (pero no simultánea)

Disponer de varias VPN en tu equipo tiene bastante sentido si las usas para cosas distintas o quieres mantener siempre una alternativa lista por si la principal falla. No se trata de encadenarlas, sino de elegir la que más te conviene en cada momento.

Una de las razones más habituales es usar cada VPN para un propósito concreto. No todos los proveedores ofrecen las mismas características: algunos priorizan la velocidad para streaming y juegos online, otros apuestan por protocolos más seguros o por políticas de privacidad extremas. Puedes, por ejemplo, reservar una VPN con cifrado muy robusto y buenas auditorías de seguridad para redes Wi‑Fi públicas, y usar otra más ligera y rápida para Netflix, Disney+ o plataformas de contenidos de otros países.

También es útil en escenarios de viaje o movilidad constante. Si te conectas a menudo desde cafeterías, aeropuertos u hoteles y, además, necesitas acceder a catálogos de otros países o jugar online, tener un par de servicios instalados te da margen para cambiar rápidamente cuando uno dé problemas de rendimiento o de bloqueo.

Otro punto a favor de contar con varias VPN es el número total de servidores y países al que puedes llegar. Cada proveedor tiene su propia red: unos cubren mejor Asia, otros América Latina, otros tienen muchos nodos en Europa. Con dos cuentas distintas multiplicas las combinaciones disponibles y tienes más opciones si un servidor está saturado o si una región concreta no aparece en la lista de un servicio.

Además, disponer de dos VPN te permite hacer comparativas reales de velocidad y estabilidad. Puedes pasar tests de velocidad (descarga, subida y ping) en distintos momentos del día y según el tipo de uso (juegos, videollamadas, 4K, torrents) y quedarte con la que mejor responda en cada caso. No hay una VPN que sea “la más rápida siempre”; influyen la hora, la saturación del servidor y la ruta que siga tu tráfico.

Por último, tener más de una VPN instalada es muy útil para esquivar bloqueos. Muchas webs, plataformas de streaming y hasta tiendas online mantienen listas negras de IP usadas por VPN. Si un servicio deja de funcionarte porque ha bloqueado los rangos de una VPN, puedes desconectarla, abrir la otra aplicación y probar con un servidor diferente para seguir navegando sin restricciones.

Usar dos VPN al mismo tiempo: problemas y límites técnicos

double vpn y multi hop

Otra cosa muy distinta es intentar activar dos VPN a la vez en el mismo portátil o móvil. Aquí entramos en el terreno de las “conexiones concurrentes”, que a nivel de sistema operativo y de cliente VPN no suelen estar soportadas de forma limpia.

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La mayoría de clientes VPN para escritorio solo permiten un túnel activo por dispositivo. Cuando inicias una conexión, esa app toma el control de la interfaz virtual (tun/tap, adaptador de red seguro, etc.), aplica su propia tabla de rutas y establece reglas de cifrado. Si inicias una segunda VPN, las rutas del sistema se pisan o la segunda aplicación detecta que ya hay un túnel y se niega a conectarse.

Aunque a veces consigas que ambas digan que están “conectadas”, el resultado suele ser un caos: el tráfico sale por un túnel cuando la aplicación crea que va por otro, los DNS se mezclan, las rutas se duplican y terminas sin poder acceder ni a recursos internos de la empresa ni a servicios externos. En algunos casos, una VPN desactiva directamente la otra para evitar fugas de datos.

Desde el punto de vista del rendimiento, la cosa tampoco invita a hacerlo. Cada túnel VPN cifra y descifra todo tu tráfico, lo que ya introduce una sobrecarga de CPU, memoria y ancho de banda. Si superpones dos conexiones completas, la latencia sube, la velocidad de descarga y subida cae de forma muy notable y el consumo de batería en portátiles y móviles se dispara. Se habla de reducciones extra de entre un 2 % y un 8 % de batería solo por el cifrado adicional, según el tipo de uso.

Además, muchas aplicaciones VPN no están diseñadas para convivir en segundo plano. Algunos proveedores como Surfshark, por citar un caso representativo, lanzan avisos si detectan que hay otro servicio VPN activo y pueden bloquear la conexión por motivos de seguridad. Y aunque logres que ambas funcionen, estarías pagando dos suscripciones para una configuración inestable que podrías sustituir por una sola VPN con función MultiHop o Double VPN integrada.

Double VPN o MultiHop: dos servidores, un solo proveedor

Cuando oyes hablar de “usar dos VPN” a menudo se hace referencia a la función Double VPN (también llamada MultiHop), que ofrecen algunos servicios avanzados. No es lo mismo que instalar dos apps distintas: se trata de encaminar tu tráfico a través de dos servidores del mismo proveedor, de forma encadenada, añadiendo una segunda capa de cifrado.

En una VPN normal tu conexión se cifra una vez y va directa a un servidor en el país que elijas. Ese servidor descifra el tráfico, oculta tu IP original, te asigna una IP nueva y lo envía al destino (la web, la app bancaria, el juego online, etc.). El sitio que visitas solo ve la IP del servidor VPN.

Con Double VPN el recorrido es de dos saltos. Primero, tu dispositivo se conecta a un servidor de entrada, donde tu tráfico se cifra y se le asigna una primera IP. Desde ahí, los datos —ya cifrados— se vuelven a encapsular y se envían a un segundo servidor VPN. Este segundo nodo aplica otra capa de cifrado, cambia de nuevo la IP de salida y solo entonces manda el tráfico hacia su destino final.

El resultado es que apareces ante las webs con la IP del segundo servidor y, al mismo tiempo, hay otra capa adicional de cifrado y un salto intermedio que complica muchísimo reconstruir el circuito. Incluso si quelqu’un lograra comprometer un servidor, seguiría necesitando romper otra capa de cifrado y correlacionar el tráfico entre los dos nodos.

Servicios como NordVPN incluyen combinaciones Double VPN predeterminadas (por ejemplo, Hong Kong → Taiwán), de forma que tú solo eliges el par de servidores y la aplicación se encarga de montar el túnel doble. Otros, como Surfshark, permiten personalizar el MultiHop y escoger país de entrada y de salida a tu gusto. Private Internet Access va un paso más allá al usar proxies como Shadowsocks o SOCKS5 para añadir ofuscación extra.

Ventajas de la Double VPN frente a una VPN sencilla

La principal ganancia de usar Double VPN es llevar la privacidad al máximo nivel. Al tener dos capas de cifrado y dos direcciones IP en países potencialmente distintos, rastrear tu tráfico y vincularlo contigo se vuelve extremadamente difícil para cualquiera, ya hablemos de tu proveedor de internet, de posibles atacantes intermedios o incluso de organismos oficiales con amplios recursos.

Este tipo de función está especialmente pensada para perfiles de alto riesgo: periodistas que tratan temas delicados, activistas políticos, denunciantes internos (whistleblowers) o usuarios que se conectan desde territorios con censura y vigilancia muy agresivas. Para tareas tan sensibles, una simple VPN puede quedarse corta, mientras que el doble salto añade margen de seguridad.

Otra ventaja importante es que tu ubicación real queda totalmente difuminada. Si entras por un servidor en un país A y sales por otro en B, los servicios online solo verán la IP de B. Nadie puede deducir desde qué país te conectas realmente salvo que tenga control total sobre infraestructura intermedia y logre descifrar, correlacionar tiempos y más factores, algo poco realista en el día a día.

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Por supuesto, también sigues disfrutando de todas las ventajas típicas de una VPN: protección frente a redes Wi‑Fi inseguras, bloqueo de monitorización por parte del ISP, acceso a catálogos de streaming de otros países (si el proveedor lo permite con Double VPN), anonimato en descargas P2P, etc. Simplemente añades una capa extra a todo ello.

En algunos servicios, la Double VPN viene acompañada de funciones adicionales como bloqueadores de anuncios y malware, sistemas de protección frente a webs maliciosas o incluso alertas si tus datos aparecen filtrados en la dark web. En el caso de NordVPN, por ejemplo, se combinan servidores de 10 Gbps con Double VPN, kill switch y políticas estrictas de no registros para que el doble salto sea lo menos traumático posible en términos de velocidad.

Desventajas y peajes de usar Double VPN

El gran sacrificio de una Double VPN es la velocidad. Cualquier VPN ya introduce algo de latencia y ligera pérdida de rendimiento debido al cifrado y a la distancia hasta el servidor. Si sumas un segundo nodo, el tráfico recorre un camino más largo y se cifra y descifra dos veces, así que el ping aumenta y las tasas de descarga/subida bajan más.

En tareas sensibles a la latencia —como juegos online, videollamadas o streaming 4K— se nota. Puedes seguir usándolo, pero los tiempos de respuesta serán peores y es más probable que veas microcortes o buffering si tu conexión original no es muy potente. Muchos proveedores recomiendan no usar Double VPN para cosas cotidianas, reservándola solo para cuando de verdad necesitas ese plus de sigilo.

También hay impacto en el consumo de recursos del dispositivo. Procesar dos capas de cifrado y movimiento de datos exige más CPU, más actividad de red y, en el caso de móviles y portátiles, más batería. No es dramático en todos los casos, pero si te pasas horas usando Double VPN con Wi‑Fi y pantalla activa, notarás que la carga cae más deprisa.

Otra limitación práctica es que los pares de servidores Double VPN son mucho más reducidos que la lista de países normal. Mientras una VPN puede ofrecerte decenas de localizaciones para un solo salto, tal vez solo tenga una docena de combinaciones MultiHop fijas, lo que restringe tu capacidad de “simular” ciertos países concretos al mismo tiempo que usas doble cifrado.

Además, casi ninguna VPN gratuita incluye Double VPN. Es una función avanzada que requiere más infraestructura, más ancho de banda y más potencia de procesamiento, por lo que suele estar restringida a servicios de pago. ExpressVPN, por ejemplo, siendo una VPN muy sólida, no incorpora esta característica, mientras que otros como NordVPN, Surfshark o Private Internet Access sí la integran.

¿Es posible crear tu propia Double VPN con dos proveedores distintos?

Sobre el papel, nada te impide intentar encadenar dos VPN de proveedores diferentes: conectarte primero a una con un protocolo (por ejemplo, OpenVPN) y, una vez establecida, levantar otra con IKEv2 o WireGuard por encima. En teoría tendrías dos capas de cifrado y la IP final sería la del segundo servicio.

En la práctica, conseguir que esto sea estable y seguro no es tan sencillo. Muchos clientes VPN no toleran que otra aplicación capture el tráfico cifrado; si detectan otra VPN, muestran errores, se desconectan continuamente o dejan rutas inconsistentes. Además, si uno de los dos proveedores mantiene registros amplios y políticas laxas de privacidad, estarías tirando por tierra la protección extra del otro.

Una condición mínima para plantear algo así es que ambos proveedores sean muy fiables y orientados a la privacidad, con buenas auditorías y políticas “no‑logs” claras. También es imprescindible que soporten protocolos diferentes, de manera que no compitan por los mismos puertos o interfaces. Por ejemplo, podrías usar OpenVPN en la primera VPN e IKEv2 en la segunda para reducir conflictos.

Incluso ajustando eso, no hay garantía de que sea usable en el día a día. Es frecuente que la segunda VPN intente reconectar cada poco, que al cambiar de red (de Wi‑Fi a datos móviles, por ejemplo) se caiga toda la cadena, o que determinadas aplicaciones no detecten bien la nueva IP. Y, por supuesto, pagar dos suscripciones para una solución tan frágil no suele merecer la pena frente a contratar una sola VPN con MultiHop integrado.

Por este motivo, la recomendación general de los expertos es sencilla: si quieres Double VPN, elige un proveedor que la ofrezca de forma nativa, con sus pares de servidores probados y optimizados. Si solo quieres flexibilidad, instala dos VPN distintas, pero úsala siempre una sola cada vez.

Alternativas prácticas a usar dos VPN a la vez

Si buscas más seguridad o flexibilidad sin montar inventos con dos túneles simultáneos, hay varias configuraciones bastante más estables que sí pueden tener sentido en el día a día.

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Una opción habitual es combinar una aplicación VPN completa con una extensión de navegador. Conectas la app de escritorio (o móvil) a un servidor y, dentro del navegador, activas la extensión de navegador de otro proveedor hacia un segundo servidor. Así, el tráfico del navegador pasa por dos capas, mientras que el resto de aplicaciones del sistema usan solo la primera VPN.

Este enfoque tiene una limitación clara: la doble protección solo se aplica a lo que circule por ese navegador concreto. Si usas un cliente de torrents externo, un reproductor multimedia o cualquier otra app, solo verán un túnel VPN, no dos. Aun así, puede ser útil para tareas muy específicas que realices desde el navegador.

Otra alternativa interesante es instalar la VPN en el router y, además, usar una app VPN en el dispositivo. De este modo, todo el tráfico de casa pasa primero por el túnel del router, y luego, si activas la VPN en el portátil o móvil, ese equipo en particular añade una segunda capa. Es una especie de Double VPN “casera”, pero distribuida entre router y dispositivo.

También puedes jugar con máquinas virtuales: una VPN se ejecuta en el sistema anfitrión y otra dentro de la máquina virtual. Es un montaje más complejo y no exento de problemas, pero para pruebas de laboratorio o para aislar entornos puede resultar útil. Eso sí, requiere conocimientos de redes y virtualización para no abrir sin querer caminos inseguros entre ambas capas.

En casi todos los casos, la clave está en entender bien qué quieres conseguir. Si lo que buscas es simplemente acceder al mismo tiempo a la red de tu empresa por una VPN corporativa y a un proveedor externo (por ejemplo, AWS con su propio cliente), tendrás que revisar las políticas de túnel dividido, las rutas y las normas de seguridad del departamento de IT, porque los clientes empresariales suelen bloquear esta clase de configuraciones por defecto.

Muchas soluciones corporativas permiten el llamado split tunneling, que es otra pieza del rompecabezas. Con él, solo el tráfico destinado a redes internas (por ejemplo, 10.0.0.0/8 o 192.168.0.0/24) viaja por el túnel seguro de la empresa, mientras que el resto va directo a internet. Configurar bien ese reparto, y comprobar que no se abre una “puerta trasera” por la que tráfico no autorizado pueda saltar al túnel, es parte del trabajo de los administradores de red.

Cuándo conviene realmente tener dos VPN instaladas

Tras todo lo anterior, la idea general es sencilla: tener varias VPN instaladas puede ser muy útil; intentar usarlas a la vez, normalmente no. La gracia está en encontrar escenarios donde esa doble instalación te dé margen y no te complique la vida.

Si eres un usuario que cambia a menudo de caso de uso —viajes, streaming internacional, juegos, trabajo remoto con datos sensibles—, puede venirte genial contar con una VPN optimizada para velocidad y otra pensada para privacidad extrema, Double VPN y servidores ofuscados. Así pulsas un botón u otro según lo que vayas a hacer.

También tiene lógica si ya estás suscrito a un proveedor por un motivo concreto (por ejemplo, porque tu empresa lo recomienda o lo exige para teletrabajo) y quieres mantener una segunda VPN más orientada a ocio, streaming o P2P. En este caso no las usarás a la vez, pero podrás separar claramente trabajo y vida personal con solo desconectar una y activar la otra.

Para quienes viven o viajan con frecuencia a países con fuerte censura, tener varias VPN instaladas aumenta las probabilidades de que al menos una funcione en cualquier momento. Algunos gobiernos bloquean las IP y protocolos más conocidos; si un servicio cae, cambiar a otro puede ser la diferencia entre poder usar Google y redes sociales o quedarte aislado digitalmente.

Por último, si te preocupa exprimir al máximo la seguridad, la combinación ideal suele ser: un único proveedor con Double VPN para los momentos críticos, y varios servicios instalados “en reserva” para responder a bloqueos o bajones de rendimiento. Sigues usando solo un túnel cada vez, pero con el respaldo de que tienes alternativas a mano.

Teniendo claras las diferencias entre instalar varias VPN, ejecutar dos túneles simultáneos y aprovechar funciones como Double VPN o túnel dividido, es mucho más fácil diseñar una configuración que te dé privacidad, rendimiento y flexibilidad sin meterte en líos de compatibilidad ni gastar tiempo y dinero en montajes frágiles que apenas aportan protección real adicional.

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