- FAT32 ofrece la mayor compatibilidad entre dispositivos, con límite de 4 GB por archivo.
- Windows restringe el formateo FAT32 a 32 GB en su asistente, pero hay alternativas.
- Rufus, PowerShell y gestores de particiones permiten FAT32 en USB grandes.
- Si hay errores o protección, repara, elimina particiones y quita el bloqueo antes.
Si tu coche, televisor, cámara o consola no reconoce tu pendrive, lo más probable es que necesite el sistema de archivos adecuado. En muchos dispositivos, FAT32 sigue siendo el formato más compatible para unidades USB y tarjetas SD. Aquí te explico, con todo detalle y sin rodeos, cómo formatear una memoria USB a FAT32 en Windows, qué límites y particularidades tiene y cómo salir de los atascos más frecuentes.
Antes de meternos en harina, hay una idea clave: Windows es un poco puñetero con FAT32 en unidades grandes. En su formateador gráfico verás que no ofrece FAT32 cuando la unidad supera los 32 GB. Eso no quiere decir que FAT32 no funcione en capacidades mayores; de hecho, otros sistemas pueden crear volúmenes FAT32 de hasta decenas de terabytes. Te enseñaré atajos y utilidades para conseguirlo sin complicarte la vida.
Qué es un sistema de archivos y por qué sigue importando FAT32
Un sistema de archivos define la forma en que se guardan, organizan y localizan los datos en un soporte. En cristiano: es la “agenda” que le dice al sistema dónde está cada cosa. En el ecosistema Windows conviven varios: FAT32, NTFS y exFAT son los más habituales en memorias USB y discos externos.
FAT32 es el veterano de guerra. Tiene a su favor que casi todo lo entiende: Windows, macOS, Linux y multitud de dispositivos lo leen y escriben sin instalar nada. A cambio, arrastra limitaciones claras, como el tamaño máximo de archivo de 4 GB. Si grabas vídeo 4K o mueves ISOs pesadas, esto te puede cortar el rollo.
NTFS es el formato “nativo” de Windows moderno: admite permisos avanzados, compresión, cifrado y archivos inmensos, pero en macOS se queda en solo lectura salvo que instales software adicional. exFAT, por su parte, está pensado para memorias flash, no tiene la restricción de 4 GB por archivo y lo leen y escriben Windows, macOS y Linux (en la mayoría de distribuciones actuales) con soltura.
Para ubicar cada formato, fíjate en este resumen reexpresado de capacidades y compatibilidad. Ojo con un matiz importante: el límite de 32 GB para formatear en FAT32 es una restricción de la herramienta de Windows, no de FAT32 como estándar.
| Sistema de archivos | Tamaño máximo de volumen (práctico) | Tamaño máximo de archivo | Windows | macOS | Linux |
|---|---|---|---|---|---|
| FAT32 | 32 GB (límite al formatear en Windows); en otros SO puede llegar a ~16 TB | 4 GB | Lectura/Escritura | Lectura/Escritura | Lectura/Escritura |
| NTFS | Prácticamente enorme (escala a petabytes) | Hasta exabytes | Lectura/Escritura | Solo lectura por defecto | Lectura/Escritura |
| exFAT | Escala a tamaños masivos (cientos de PB) | Hasta exabytes | Lectura/Escritura | Lectura/Escritura | Lectura/Escritura |
Con todo esto en mente, la razón para elegir FAT32 hoy suele ser la compatibilidad con equipos y reproductores antiguos, o con dispositivos que solo lo aceptan (radios de coche, cámaras, etc.). Si ese es tu caso, adelante.
Antes de empezar: advertencias, copias de seguridad y límites reales
Formatear borra todo. No hay medias tintas: cuando formateas, el contenido de la unidad desaparece. Mi consejo es que hagas copia de seguridad de tus archivos importantes (idealmente dos, y una en la nube) antes de tocar nada.
Sobre FAT32, recuerda que un archivo individual no puede superar los 4 GB. Si trabajas con vídeos largos, máquinas virtuales o backups de gran tamaño, plantéate exFAT o NTFS. En cambio, si solo quieres música, documentos o fotos para un dispositivo antiguo, FAT32 te irá de cine.
Windows 10/11 no ofrece FAT32 en su formulario de formateo cuando el pendrive es mayor de 32 GB. No es un error, es una decisión de Microsoft. Pero hay caminos alternativos 100% fiables: herramientas de terceros (como Rufus o gestores de particiones), línea de comandos e incluso utilidades clásicas de conversión en sistemas antiguos.
Si vas a convertir volúmenes en equipos viejos (escenario legado), ten en cuenta avisos históricos de Microsoft: tras convertir a FAT32 con su convertidor, no hay marcha atrás al FAT original mediante el mismo proceso; además, el procedimiento falla si hay sectores defectuosos, y se recomienda desinstalar herramientas que protegen el MBR o la tabla de particiones (por ejemplo, utilidades tipo Bootlock de suites antiguas) antes de iniciar la conversión.
Métodos fiables para formatear una memoria USB a FAT32 en Windows
Te propongo varias rutas seguras, desde la más simple para unidades pequeñas hasta opciones para memorias de 64 GB, 128 GB o más. Así podrás elegir el camino que mejor encaje con tu caso y con el tiempo que tengas.
Método 1: Explorador de archivos (rápido y sencillo, hasta 32 GB)
Este es el clásico de toda la vida y funciona perfecto en pendrives de tamaño “modesto”. Si tu memoria es de 16 o 32 GB, verás la opción sin problemas. Si supera los 32 GB, el selector de sistema de archivos no mostrará FAT32 y tendrás que saltar a otro método.
- Conecta la memoria al PC y abre el Explorador (Win + E).
- En “Este equipo”, botón derecho sobre la unidad USB y elige “Formatear…”.
- En “Sistema de archivos”, selecciona “FAT32” y, si quieres, cambia el nombre del volumen.
- Deja el resto en predeterminado (puedes marcar “Formato rápido”) y pulsa “Iniciar”.
- Al terminar, comprueba en Propiedades que el sistema de archivos es FAT32.
Si ibas con prisa y tu pendrive no pasa de 32 GB, este método es perfecto: es el más directo y apenas tarda unos segundos en la mayoría de equipos, manteniendo todo bajo la interfaz de Windows.
Método 2: Rufus (ideal para USB grandes, ligero y portable)
Para pendrives de 64 GB, 128 GB o superiores, Rufus es mano de santo. Es una utilidad muy liviana, no necesita instalación y permite elegir el sistema de archivos sin el límite artificial de Windows. Además, puedes dejarla en otra memoria y usarla en cualquier PC sobre la marcha.
- Descarga y abre Rufus (archivo .exe portátil).
- Selecciona tu dispositivo en el desplegable “Dispositivo”.
- En “Selección de arranque” elige “Non bootable” (no arrancable), salvo que necesites crear un USB de arranque.
- En “Sistema de archivos”, selecciona “FAT32”.
- Opcional: cambia la “Etiqueta de volumen” (nombre de la unidad) a tu gusto y pulsa “Empezar”.
En pocos segundos tendrás tu unidad lista en FAT32 incluso si es grande, evitando el bloqueo del asistente de Windows. Rufus es una de las alternativas más cómodas y confiables para este cometido.
Método 3: PowerShell o Símbolo del sistema (funciona en cualquier tamaño, pero puede ser lento)
Si no quieres usar terceros, puedes tirar de consola. Este método sirve para unidades grandes, aunque conviene saber que el formateo puede tardar un buen rato (incluso una hora en 32 GB según el equipo). Es la opción sin dependencias, útil “en un apuro”, y usa el comando de formateo de toda la vida de Windows con el parámetro /FS:FAT32.
- Busca “PowerShell” en el menú Inicio, botón derecho y “Ejecutar como administrador” (si necesitas ayuda, consulta cómo abrir el símbolo del sistema).
- Anota la letra de tu USB (por ejemplo, D:). Puedes verla en el Explorador.
- Ejecuta el comando:
format /FS:FAT32 X:sustituyendo X por la letra real. - Pulsa Intro, confirma y espera a que termine el proceso de formateo.
Al acabar, la unidad estará en FAT32. Si prefieres, puedes ejecutar lo mismo desde “Símbolo del sistema (Admin)”. La clave es usar correctamente la letra de unidad y tener paciencia si el proceso tarda más de lo esperado, porque es normal en algunas combinaciones de hardware.
Método 4: Administración de discos (control granular de particiones)
Otra vía “de la casa” es la Administración de discos de Windows, que además te permite borrar particiones, crear nuevas y asignar letras. Si tu USB es grande, verás que no deja formatear a FAT32 de una sola tacada, pero sí podrás recrear particiones y dar formato cuando sea aplicable.
- Botón derecho en el botón de Inicio > “Administración de discos”.
- Localiza tu USB, botón derecho sobre la partición y “Formatear…”.
- Si no aparece FAT32, puedes “Eliminar volumen” y luego “Nuevo volumen simple…”.
- En el asistente, elige tamaño, asigna letra y selecciona FAT32 si procede.
- Finaliza el asistente y espera a que monte la unidad.
Esta herramienta es muy útil también para “resetear” un pendrive que da guerra. Borrar todo y crear un volumen simple suele resolver fallos de montaje o letras que se cruzan con unidades de red.
Método 5: Gestor de particiones de terceros (EaseUS Partition Master)
Si prefieres un entorno gráfico con más funciones, un gestor de particiones facilita el formateo a FAT32 incluso en unidades grandes, además de ofrecer utilidades extra para comprobar y reparar el sistema de archivos. EaseUS Partition Master es un ejemplo conocido con interfaz en español.
- Instala y abre el gestor de particiones.
- Haz clic derecho sobre tu USB y elige “Formatear”. Selecciona FAT32 y confirma.
- Si el programa detecta errores de sistema de archivos, usa “Comprobar sistema de archivos” y activa la opción “Intentar corregir errores encontrados” antes de formatear, luego pulsa “Iniciar” y “Finalizar” al completar.
La ventaja de un gestor de particiones es que no se ve limitado por el tope de 32 GB al crear FAT32 y, además, ofrece opciones como cambiar el tamaño de particiones, moverlas o incluso clonar discos.
Si Windows no te deja: soluciones prácticas para forzar FAT32
Hay escenarios en los que “no se puede formatear a FAT32”. Las causas habituales son unidades muy grandes (por encima de 32 GB), errores en el sistema de archivos o que la memoria esté protegida contra escritura. Aquí van remedios directos para cada caso.
Quita todas las particiones y crea una nueva en FAT32
En unidades USB “rebeldes” funciona muy bien empezar de cero. Con Administración de discos, borra todas las particiones posibles (primarias y lógicas) hasta dejar la unidad como “no asignada”. Luego crea un “Nuevo volumen simple”, asigna letra y selecciona FAT32 si el asistente te lo permite. En equipos modernos, si no sale FAT32, puedes crear varias particiones más pequeñas (menores de 32 GB) y darles FAT32 individualmente, o bien acudir a Rufus o a un gestor de particiones.
- Elimina la partición primaria (Aceptar para confirmar).
- Elimina la partición lógica si existiera (quedará “espacio libre”).
- Convierte ese espacio en “no asignado” si procede y crea un “Nuevo volumen simple…”.
- Marca FAT32, define etiqueta y finaliza el asistente para que Windows monte la unidad.
Hecho esto, mucha gente no vuelve a tener problemas. Si tu Windows es de los que no admiten varias particiones en USB (algunas versiones antiguas), considera usar una sola partición o un software de terceros que gestione correctamente el dispositivo.
Usa NTFS o divide en particiones más pequeñas si necesitas archivos grandes
Si lo que quieres es una única unidad “grande” y almacenar archivos por encima de 4 GB, FAT32 no es viable. En ese caso, ponla en NTFS o exFAT y listo. Otra alternativa es dividir el USB en varias particiones de menos de 32 GB y formatearlas en FAT32 si tu dispositivo las admite, aunque no todos los aparatos reconocerán múltiples particiones en una misma memoria.
Como regla práctica: si el objetivo es compatibilidad universal, FAT32; si el objetivo son archivos enormes y simplicidad, NTFS o exFAT te quitarán dolores de cabeza.
Elimina la protección contra escritura antes de formatear
Cuando Windows indica que el medio está protegido contra escritura, ningún formateo va a prosperar. Revisa que no tenga un interruptor físico en el adaptador (algunas tarjetas SD lo llevan). Si el bloqueo es lógico, puedes usar utilidades con interfaz gráfica que quitan la protección en un clic, por ejemplo, herramientas tipo “Protección contra escritura” incluidas en suites de mantenimiento.
- Abre la utilidad, entra en la sección de Optimización o Protección contra escritura.
- Selecciona tu USB y pulsa “Desactivar” o “Quitar protección”.
- Una vez desbloqueado, aplica cualquiera de los métodos anteriores para formatear a FAT32.
Si te manejas con consola, también puedes revisar atributos con diskpart, pero las herramientas gráficas lo hacen muy fácil y te evitan teclear comandos delicados que podrían afectar a otras unidades si te equivocas de disco.
Un caso típico: USB de 64 GB para el coche que solo acepta FAT32
Mucha gente llega a este artículo por lo mismo: pendrive de 64 GB con música para el coche, formateado en exFAT, y el reproductor del coche dice que tururú. Compruebas en Windows y, al intentar formatear, no ves FAT32 en la lista. Nada raro: es la limitación del asistente gráfico.
Solución exprés: usa Rufus, el método por consola con format /FS:FAT32 o un gestor de particiones. En cuestión de minutos tendrás el USB en FAT32, y el coche empezará a leerlo como si nada. Eso sí, recuerda que ningún archivo puede exceder 4 GB, así que si estabas metiendo podcasts enormes o flacs de larga duración, vigila el tamaño.
Método clásico de conversión a FAT32 en equipos antiguos
En sistemas más viejos existía un “Convertidor de unidades (FAT32)” gráfico para pasar un volumen FAT/FAT16 a FAT32 sin borrarlo. El recorrido era algo así como Inicio > Programas > Accesorios > Herramientas del sistema > Convertidor de unidades (FAT32). Luego ibas dando a “Siguiente” seleccionando la unidad de destino y el asistente hacía el resto.
También se podía usar la línea de comandos con una orden del estilo cvt X: /cvt32 (sustituyendo X por la letra de unidad). Ese conversor exigía que la unidad tuviera al menos 512 MB y no funcionaba si existían sectores defectuosos. Además, Microsoft dejaba claro que no se podía revertir al sistema FAT original solo con la herramienta de conversión. En equipos de aquella época, antes de convertir, recomendaban desinstalar utilidades que protegían el MBR o la tabla de particiones para evitar conflictos durante el proceso.
Hoy en día, salvo que estés restaurando un PC muy antiguo o un portátil “de museo”, lo normal es optar por el formateo directo con las técnicas que te he enseñado (Explorador, Rufus, PowerShell o un gestor de particiones), que son las que funcionan en Windows moderno.
Guía rápida: todas las vías que ofrece Windows para FAT32
En versiones de Windows desde 7 hasta 11, puedes lograr FAT32 de cuatro maneras: herramienta de terceros, Explorador con formato rápido (si la unidad es pequeña), Administración de discos y consola. Para usuarios medios, la herramienta externa ahorra tiempo. Para usuarios avanzados, el símbolo del sistema es un seguro de vida cuando otras vías fallan.
- Utilidad gratuita de formateo USB (p. ej., Rufus o gestor de particiones).
- Formateo rápido desde el Explorador (hasta 32 GB).
- Opción “Formatear” en Administración de discos.
- Comando de Windows:
format /FS:FAT32en consola con permisos.
Si eres más de ver que de leer, encontrarás fácilmente una guía en vídeo con estas cuatro formas. Pero con lo que tienes arriba, te debería bastar para dejar tu USB niquelado.
Comprobaciones de salud del USB y errores frecuentes
Si el formateo falla, quizá la unidad tenga errores lógicos. En ese caso, pasar una comprobación de sistema de archivos puede marcar la diferencia. En Windows, en Propiedades > Herramientas > Comprobación de errores, puedes “Examinar y reparar” la unidad. Algunas utilidades de terceros incluyen un botón similar “Comprobar sistema de archivos” con opción de reparar automáticamente.
Problemas típicos cuando FAT32 no aparece o el proceso se interrumpe: el USB supera 32 GB y estás usando el formateador del Explorador, la unidad está protegida contra escritura o hay corrupción en la tabla de particiones. El remedio pasa por usar Rufus o consola, desbloquear la unidad y/o eliminar todas las particiones para crear una nueva desde cero.
Preguntas frecuentes
¿Cómo formateo una microSD a FAT32? Puedes hacerlo con el Explorador (botón derecho > Formatear…) o con Administración de discos (botón derecho > Formatear). Elige FAT32, asigna una etiqueta y marca “Formato rápido” si quieres acelerar. Ambas opciones son fáciles y seguras para capacidades entre 2 y 32 GB.
¿Cómo formateo un disco duro completo? La vía cómoda es un gestor de particiones: seleccionas la unidad, eliges “Formatear”, confirmas y listo. En Windows también puedes formatear desde Administración de discos. Ojo: formatear un disco duro entero borra todo, así que haz copia de seguridad y verifica dos veces que no estás señalando la unidad equivocada.
¿Por qué no puedo formatear mi USB a FAT32? Motivos habituales: protección contra escritura, errores en la unidad, particiones que dan conflicto o que la memoria supera los 32 GB y usas el asistente gráfico. Para salir del bucle, desbloquea la unidad, elimina particiones, usa Rufus o format /FS:FAT32, y comprueba el sistema de archivos si sospechas de corrupción.
Modelos y referencias de producto citados
En algunos entornos corporativos o de hardware específico se documenta el uso de FAT32 con equipos concretos. A título de referencia informativa, aquí se incluye un listado de modelos y series donde se menciona el procedimiento o el soporte de esta y otras configuraciones, con sus denominaciones tal cual: ELMGR7093DX4, ELMGR7093DX6, ELMGR709HXX4, ELMGR709HXX6, GR70, MINIPC PB50, MINIPC PB60V, MINIPC PB61V, MINIPC PB62, MINIPC PN52, MINIPC PN80, PA90, PB40, PB40-B, PB50, PB50-B, PB60, PB60-B, PB60G, PB60S, PB60S-B, PB60V, PB61S, PB61V, PB61V-B, PB61V-H, PB62, PB62-B, PB63, PB63-B, PB63V, PB64, PB64-B, PL63, PL63-A, PL63-B, PL64, PL64-B, PL64-D1, PL64-D1-B, PN30, PN40, PN40Q, PN41, PN41-A, PN41-B, PN41-S1, PN41-S1-B, PN41-S1-M, PN41-S1-MI, PN42, PN42-B, PN42-E1, PN42-E1-B, PN42-M, PN42-S, PN42-S-B, PN43, PN43-B, PN43-S, PN43-S-B, PN50, PN50-B, PN50-E1, PN50-E1-B, PN50-F, PN50F2, PN50-S1, PN51, PN51-B, PN51-E1, PN51E1-B, PN51-S1, PN51-S1-B, PN52, PN52-B, PN53, PN53-B, PN53-S1, PN53-S1-B, PN54, PN54-B, PN54-S1, PN54-S1-B, PN60, PN60-B, PN60-R, PN61, PN61-B, PN61S, PN61T, PN62, PN62-B, PN62S, PN63, PN63-B, PN63-S1, PN63-S1-B, PN64, PN64-B, PN64-E1, PN64-E1-B, PN64-M, PN65, PN65-B, PN80, PN865.
Quédate con esta idea práctica: si necesitas compatibilidad máxima con dispositivos, apuéstalo a FAT32; si vas a mover archivos pesados, opta por exFAT o NTFS. Windows pone trabas al formateo de FAT32 en unidades grandes, pero con Rufus, la consola o un gestor de particiones lo solventas en un periquete. Y recuerda, antes de cualquier cambio, haz copia de seguridad; así, si algo se tuerce, no tendrás nada que lamentar. Si te ha sido útil, comparte el método que te haya funcionado mejor; a otros usuarios les ahorrará tiempo y a ti te servirá de recordatorio para la próxima vez.
Tabla de Contenidos
- Qué es un sistema de archivos y por qué sigue importando FAT32
- Antes de empezar: advertencias, copias de seguridad y límites reales
- Métodos fiables para formatear una memoria USB a FAT32 en Windows
- Método 1: Explorador de archivos (rápido y sencillo, hasta 32 GB)
- Método 2: Rufus (ideal para USB grandes, ligero y portable)
- Método 3: PowerShell o Símbolo del sistema (funciona en cualquier tamaño, pero puede ser lento)
- Método 4: Administración de discos (control granular de particiones)
- Método 5: Gestor de particiones de terceros (EaseUS Partition Master)
- Si Windows no te deja: soluciones prácticas para forzar FAT32
- Un caso típico: USB de 64 GB para el coche que solo acepta FAT32
- Método clásico de conversión a FAT32 en equipos antiguos
- Guía rápida: todas las vías que ofrece Windows para FAT32
- Comprobaciones de salud del USB y errores frecuentes
- Preguntas frecuentes
- Modelos y referencias de producto citados