- Descubre cómo funciona el DNS y por qué elegir uno adecuado afecta velocidad y seguridad
- Revisa el listado de los mejores servidores DNS, sus ventajas y para quiénes son ideales
- Aprende a cambiar el DNS en cualquier dispositivo y herramientas para elegir el más rápido
Elegir correctamente qué DNS usar puede marcar la diferencia entre una navegación ágil, segura y privada, o una experiencia donde los problemas de velocidad, bloqueo de sitios y riesgos de seguridad campan a sus anchas. Aunque la mayoría de usuarios nunca han tocado este ajuste, los servidores DNS son una de las claves invisibles que definen nuestro día a día en Internet. Lo que esconde este simple parámetro es mucho más profundo de lo que parece.
En este artículo vas a descubrir todo lo necesario para saber qué DNS utilizar, cómo funcionan, cuáles son los más recomendados para cada necesidad (velocidad, privacidad, control parental, gaming…), cómo cambiarlos en cualquier dispositivo y todas las ventajas e inconvenientes que tiene cada opción. Aquí encontrarás desde conceptos básicos hasta recomendaciones avanzadas y herramientas de diagnóstico, con un lenguaje claro, cercano y riguroso, para que puedas personalizar tu conexión de forma sencilla y sacar el máximo partido a tu red.
¿Qué es el DNS y cuál es su función?
El DNS (Domain Name System) o Sistema de Nombres de Dominio es uno de los protocolos más veteranos y vitales para que Internet funcione tal y como lo conocemos. Su misión es traducir los nombres de dominio amigables que tecleamos en los navegadores (como www.google.com) a direcciones IP numéricas (ejemplo: 216.58.210.163), que son las que realmente entienden los equipos conectados a la red.
Piénsalo como una agenda de contactos: tú sabes el nombre de tus amigos, pero el teléfono realmente necesita el número para llamarles. De la misma forma, el DNS actúa de intermediario entre el usuario y los servidores, consultando enormes bases de datos distribuidas y jerárquicas para resolver esas peticiones en milésimas de segundo. Así se consigue que navegar por la red sea tan sencillo como recordar un nombre, sin memorizar secuencias interminables de números.
Este proceso incluye varios tipos de servidores que colaboran para encontrar la IP correcta: el resolutor recursivo, el servidor raíz, los servidores de dominio de nivel superior y los autoritativos. Todo ello ocurre en segundo plano, de forma automática y transparente para el usuario, cada vez que accedes a una web.
Ventajas de cambiar los DNS por defecto
En la mayoría de conexiones residenciales, el proveedor de Internet (ISP) asigna sus propios servidores DNS al router o a los dispositivos. Sin embargo, estos servidores no siempre son los más rápidos, seguros ni los mejores para tus prioridades. Cambiar los DNS por defecto es una de las formas más sencillas de:
- Aumentar la velocidad de carga de las páginas web y conseguir menor latencia en juegos online y streaming.
- Superar bloqueos y censura que pueda aplicar tu operadora a ciertos dominios.
- Mejorar la privacidad y la seguridad, con opciones que no registran tu actividad o que bloquean páginas maliciosas, phishing y malware.
- Personalizar tu experiencia (control parental, bloqueo de publicidad, filtrado de contenidos…)
- Lograr una conexión más estable ante caídas o lentitud de los DNS del ISP.
Eso sí, hay que tener en cuenta que el cambio de DNS no es una solución mágica a todos los problemas de Internet. Si tu línea tiene cortes, microcortes, mala cobertura o un ancho de banda insuficiente, eso no lo solucionará el DNS, aunque en muchas ocasiones sí puede suponer una mejora inesperada en la experiencia global.
Cómo funcionan los servidores DNS: proceso de resolución
Cuando escribes una dirección en tu navegador, tu dispositivo pregunta primero a la caché local (tu propio equipo). Si no tiene la IP guardada, la solicitud viaja al resolutor recursivo DNS (normalmente el del ISP o el que configures tú).
Desde ahí, puede necesitar consultar (en este orden):
- Servidor raíz del DNS: le informa del dominio de nivel superior (.com, .es, .net…)
- Servidor de nombres de dominio de nivel superior (TLD): apunta hacia el servidor autoritativo responsable del dominio solicitado
- Servidor de nombres autoritativo: responde ya con la dirección IP final del dominio
Todo este proceso dura menos de un segundo. Una vez resuelta, la IP se almacena temporalmente en la caché local para acelerar futuras solicitudes. Si el DNS falla, la web no cargará aunque tu conexión siga activa.
Principales ventajas de utilizar DNS alternativos
Cambiar el DNS asignado por el operador puede reportar ventajas notables, dependiendo de la opción que elijas:
- Velocidad: Algunos servidores alternativos son más rápidos al resolver dominios, lo que se traduce en webs que cargan antes y mejor ping en juegos.
- Mayor estabilidad: No dependerás de posibles caídas, saturaciones o malas configuraciones del DNS de tu operadora.
- Más seguridad: Muchos servicios de DNS alternativos incluyen filtros contra webs maliciosas o de phishing, protección contra ataques y soporte para DNSSEC o DNSCrypt.
- Privacidad: Algunos DNS prometen no registrar tu actividad ni compartirla con terceros, a diferencia de algunos ISP o servicios como el de Google.
- Control parental y personalización: Hay DNS que permiten filtrar categorías de contenido (adultos, apuestas, violencia, etc.) y bloquear publicidad.
- Superar restricciones o censura: Si tu ISP ha bloqueado el acceso a ciertos dominios, con DNS públicos o alternativos podrás eludir estos bloqueos fácilmente.
- Actualización más rápida de registros: Los DNS más modernos refrescan su base de datos de direcciones con más frecuencia, evitando problemas de acceso a webs recién migradas o actualizadas.
Inconvenientes y riesgos de cambiar de DNS
Aunque las ventajas son muchas, conviene conocer también los posibles inconvenientes o riesgos al usar DNS alternativos:
- Privacidad relativa: Aunque algunos DNS prometen no registrar tu actividad, otros (como el de Google o el de algunos operadores) sí podrían monitorizar los dominios que visitas, aunque sea de forma anónima.
- Problemillas de compatibilidad o rendimiento: En localizaciones alejadas de los centros de datos del proveedor elegido, podrías notar una ligera pérdida de velocidad.
- Seguridad: Algunos DNS muy básicos o poco conocidos pueden no proporcionar filtros de protección, exponiéndote más a webs peligrosas.
- Publicidad o bloqueos inesperados: Algunos servicios gratuitos insertan publicidad o limitan el acceso a ciertas webs o servicios.
- Falsos bloqueos: Si el DNS alternativo falla o está mal configurado, podrías perder acceso a la red aunque tu línea siga funcionando. Es importante anotar siempre los DNS originales por si necesitas restaurarlos.
Diversidad de tipos de DNS: públicos, privados, de pago y gratuitos
Existen muchas categorías de servidores DNS, cada una orientada a necesidades concretas:
- DNS del ISP: Son los que te asigna tu proveedor de Internet por defecto. Suelen ser estables, pero a veces lentos, poco privados o sujetos a censura local.
- DNS públicos gratuitos: Accesibles sin coste, pensados para todo el mundo. Ejemplos populares: Google DNS, Cloudflare, OpenDNS o Quad9. Hay decenas de opciones.
- DNS privados: Reservados para entornos empresariales, oficinas o proyectos que requieren acceso solo a recursos internos propios.
- DNS de pago: Ofrecen mayor personalización, soporte técnico, opciones avanzadas, mejor rendimiento y atención profesional (a veces orientados a empresas o usuarios avanzados).
La mayoría de usuarios opta por DNS públicos gratuitos, pero si buscas características premium, opciones de control avanzado, atención prioritaria o privacidad absoluta, los servicios de pago o privados pueden compensar.
Listado actualizado de los mejores DNS para 2025
Tras analizar las principales webs especializadas, recomendaciones de expertos, pruebas independientes y los servicios más utilizados, aquí tienes los DNS más destacados del momento, con las características clave de cada uno. Para cada servicio se muestran las IP primaria y secundaria (usadas para ofrecer redundancia y evitar caídas).
Google Public DNS
- IP: 8.8.8.8 (primaria) / 8.8.4.4 (secundaria)
- Ventajas: Extremadamente rápido, estable y accesible desde cualquier parte del mundo. Proporciona protección frente a ataques DDoS y manipulación de caché DNS.
- Privacidad: Registra la IP de las peticiones durante un máximo de 24-48 horas, pero promete no vincularla a tu cuenta de Google.
- Ideal para: Usuarios que buscan velocidad y fiabilidad por encima de todo.
OpenDNS
- IP: 208.67.222.222 (primaria) / 208.67.220.220 (secundaria)
- Ventajas: Solución veterana, muy robusta y con gran reputación. Filtros frente a phishing, malwares y opciones avanzadas de personalización en planes de pago.
- Privacidad: Recopila datos básicos de uso pero ofrece opciones y filtros personalizados para familias y empresas.
- Ideal para: Navegación segura, oficinas y usuarios que necesiten un extra de control.
Cloudflare DNS
- IP: 1.1.1.1 (primaria) / 1.0.0.1 (secundaria)
- Ventajas: Uno de los DNS más rápidos y modernos. Muy comprometido con la privacidad (no registra tu IP, borran logs en 24 horas) y multinube.
- Seguridad: Compatible con protocolos DNSSEC y DNS-over-HTTPS, ideal para gamers y usuarios exigentes.
- Ideal para: Navegadores preocupados por la privacidad y jugadores online que buscan el menor ping.
Quad9
- IP: 9.9.9.9 (primaria) / 149.112.112.112 (secundaria)
- Ventajas: Prioriza la seguridad y la privacidad, bloqueando automáticamente dominios maliciosos usando hasta 18 bases de datos y comunicación cifrada.
- Ideal para: Usuarios que necesitan máxima protección frente a amenazas online y no les importa sacrificar alguna décima de velocidad.
Comodo Secure DNS
- IP: 8.26.56.26 (primaria) / 8.20.247.20 (secundaria)
- Ventajas: Foco en la seguridad, con protección frente a phishing, malware y spyware. Filtros avanzados y opción Dome Shield para bloqueo de IPs peligrosas.
- Contras: Su velocidad es algo menor que Cloudflare y Google DNS en la mayoría de localizaciones.
- Ideal para: Usuarios que priorizan la protección y filtrar riesgos.
AdGuard DNS
- IP: 176.103.130.130 (primaria) / 176.103.130.131 (secundaria)
- Ventajas: Proporciona bloqueo de anuncios y rastreadores a nivel de red (no solo en el navegador). Filtra contenido inapropiado y phishing.
- Ideal para: Familias, escuelas o quienes quieren navegar sin anuncios y sentirse más protegidos.
CleanBrowsing
- IP: 185.228.168.168 (primaria) / 185.228.169.168 (secundaria)
- Ventajas: DNS diseñado para control parental. Permite bloquear fácilmente contenido adulto y páginas no aptas para menores.
- Ideal para: Centros educativos, padres y usuarios que buscan la máxima tranquilidad para niños y adolescentes.
Otros DNS recomendados
- Verisign: 64.6.64.6 / 64.6.65.6 (orientado a privacidad y estabilidad)
- Yandex DNS: 77.88.8.8 / 77.88.8.1 (versión rusa, incluye opciones avanzadas de protección)
- CyberGhost DNS: 38.132.106.139 / 194.187.251.67 (centrado en privacidad y anonimato)
- Unlocator DNS: 185.37.37.37 / 185.37.39.39 (especializado en evitar bloqueos geográficos y streaming)
- Level3: 209.244.0.3 / 209.244.0.4 (alternativa popular, velocidad decente)
- Alternate DNS: 198.101.242.72 / 23.253.163.53 (bloqueo de anuncios y malware)
DNS específicos para gaming y juegos online
Los jugadores online buscan ante todo la menor latencia posible y máxima estabilidad. Un DNS optimizado para juegos puede ayudarte a reducir lag, evitar desconexiones y protegerte frente ataques DDoS o suplantaciones.
Para PS4, PS5, Xbox o Nintendo Switch, los servicios más votados por la comunidad gamer son:
- Cloudflare DNS: 1.1.1.1 / 1.0.0.1 (latencias súper bajas, ideal para consolas PlayStation)
- Google DNS: 8.8.8.8 / 8.8.4.4 (gran estabilidad en Xbox y Switch, especialmente en Europa)
- Quad9: 9.9.9.9 / 149.112.112.112 (extra de seguridad, perfecto para Switch y usuarios preocupados por ataques)
Cambiar el DNS en consola es un proceso sencillo y muchas veces la diferencia se nota, sobre todo en títulos exigentes, juego competitivo o servidores internacionales.
Cómo elegir el mejor DNS para cada caso
Elegir el DNS idóneo depende de tus prioridades. ¿Buscas velocidad? ¿Privacidad? ¿Seguridad? ¿Control parental? ¿Acceso a streaming internacional? Ten en cuenta estos criterios clave:
- Ubicación geográfica: Elige un DNS con servidores cercanos a tu país o continente. Herramientas como DNS Jumper, DNS Benchmark, NameBench y DNS Perf te ayudan a saber cuál responde más rápido para tu conexión concreta.
- Velocidad y latencia: Si juegas online o haces mucho streaming, selecciona el DNS que menor ping te dé en tus pruebas reales.
- Privacidad: Si valoras el anonimato, opta por Quad9, Cloudflare o AdGuard en vez de Google DNS.
- Seguridad avanzada: Para minimizar riesgos, Quad9, Comodo o CleanBrowsing destacan en protección automática frente a amenazas.
- Control parental: CleanBrowsing y AdGuard son los favoritos si quieres filtrar contenidos inapropiados.
- Multiplataforma: Los más conocidos suelen funcionar en todas las plataformas: ordenadores, móviles, consolas, incluso routers.
Aplicaciones y herramientas para analizar y cambiar tu DNS
Para saber objetivamente qué DNS va más rápido en tu conexión y cambiarlo fácil, hay utilidades gratuitas y muy intuitivas:
DNS Jumper
La herramienta más popular en Windows. Permite probar decenas de DNS y elegir al instante el más rápido para tu conexión. Es portátil, no necesita instalación y está traducida al español. Con dos clics cambias el DNS del equipo principal.
DNS Benchmark
Ideal para quienes quieren un análisis exhaustivo de velocidad y fiabilidad de muchos servidores DNS. Disponible para Windows, macOS (vía Wine) y Linux. Tras unos minutos de tests, muestra un ranking completo y sugerencias.
NameBench
Aunque lleva tiempo sin actualizarse, sigue siendo muy utilizado. Analiza el historial de tu navegador y ejecuta pruebas de resolución adaptadas a tu localización y usos reales.
DNS Perf
Herramienta online que ofrece comparativas en tiempo real de los DNS más rápidos según tu región. Útil para usuarios que no quieren instalar nada.
Además, existen apps para Android e iOS que permiten cambiar el DNS de forma sencilla desde el móvil (DNS Changer, Nebulo, Blokada, etc.).
Cambiar DNS en cualquier dispositivo (PC, Mac, Linux, móvil, consola, router…)
Modificar los DNS es un proceso sencillo en cualquier sistema operativo. Aquí tienes los pasos básicos para las plataformas más comunes:
Windows
- Abre “Configuración de red e Internet” o “Panel de control > Centro de redes y recursos compartidos”.
- Haz clic en “Cambiar opciones del adaptador”.
- Selecciona tu conexión, haz doble clic en “Protocolo de Internet versión 4” (o IPv6 si lo usas).
- Activa “Usar las siguientes direcciones de servidor DNS” e introduce las IP del DNS elegido.
- Guarda cambios y reinicia.
macOS
- Accede a “Preferencias del sistema > Red”.
- Selecciona tu conexión (Ethernet o WiFi), pulsa en “Avanzado” y ve a la pestaña “DNS”.
- Haz clic en “+” y añade uno o varios servidores DNS. Guarda y aplica los cambios.
Linux
- En la mayoría de distros, entra en “Preferencias > Conexiones de red”.
- Edita tu interfaz y en el apartado IPv4 o IPv6, añade las IP del DNS preferido.
iOS (iPhone, iPad)
- Ve a “Ajustes > WiFi”.
- Toca la “i” de la red conectada y selecciona “Configuración DNS > Manual”.
- Añade los DNS y elimina los antiguos si lo deseas. Guarda cambios.
Android
- Entra en “Ajustes > WiFi”, mantén pulsado sobre la red y selecciona “Modificar red”.
- Accede a “Ajustes avanzados”, cambia IP a “Estática” y modifica los DNS.
Router doméstico
- Abre tu navegador y accede a la puerta de enlace (normalmente 192.168.1.1 o 192.168.0.1).
- Entra con usuario y contraseña (a menudo admin/admin o el que venga por defecto).
- Busca el apartado de configuración de Internet o DNS y cambia las IPs de servidor DNS.
- Guarda los cambios y reinicia el router.
Consolas (PS4/PS5, Xbox, Nintendo Switch…)
- En cada consola, accede a los ajustes de red/Internet.
- Edita la configuración y selecciona DNS manual.
- Introduce la IP principal y secundaria de tu DNS favorito.
- Guarda y prueba la conexión.
En todos los casos, recuerda anotar los DNS antiguos por si necesitas revertir el cambio.
Cómo limpiar la caché DNS para evitar problemas de acceso
Al cambiar de DNS, puede ser necesario vaciar la caché DNS del equipo o del navegador para evitar conflictos y acceder correctamente a webs que antes fallaban. La caché DNS guarda registros temporales para acelerar futuras consultas, pero si almacena datos antiguos puede provocar errores o bloqueos.
Vaciar caché DNS en Windows
- Abre el menú inicio, escribe “CMD” y ejecuta la consola como administrador.
- Escribe el comando ipconfig /flushdns y pulsa Enter. Verás una confirmación.
Vaciar caché DNS en macOS
- Abre “Terminal” desde Utilidades.
- Escribe el comando correspondiente a tu versión, por ejemplo:
sudo killall -HUP mDNSResponder (en la mayoría de versiones recientes)
Vaciar caché DNS en Linux
- Abre la terminal y ejecuta: sudo systemd-resolve –flush-caches (Ubuntu) o
sudo /etc/init.d/dns-clean start (otras distros)
- En Chrome: navega a chrome://net-internals/#dns y haz clic en “Clear host cache”.
- En Firefox: escribe about:config, busca network.dnsCacheExpiration y pon su valor a 0.
Vaciar la caché suele solucionar problemas de acceso a webs tras cambiar los DNS.
Qué es DNSCrypt y cómo mejora la seguridad de las solicitudes DNS
DNSCrypt es un protocolo y conjunto de herramientas para cifrar las solicitudes DNS entre tu dispositivo y el servidor DNS, evitando que sean interceptadas o manipuladas por terceros. Supone una capa extra de privacidad y seguridad: nadie podrá espiar ni alterar las direcciones que resuelves. Funciona como un proxy y es compatible con numerosos servidores públicos como OpenNIC o resolutores alternativos.
Sus ventajas principales son:
- Cifrado extremo a extremo: protege tus peticiones DNS contra escuchas o secuestros de tráfico.
- Integridad: usa firmas criptográficas para garantizar respuestas válidas y evitar falsificaciones (suplantación DNS).
- Herramientas de bloqueo: permite bloquear anuncios, rastreadores y webs peligrosas de forma local.
- Código abierto: puedes auditar y ajustar a tus necesidades.
Si te preocupa el rastreo o vives en países donde hay censura de dominios, combinar DNSCrypt con un buen DNS público es una de las mejores defensas disponibles.
Consejos adicionales para elegir y gestionar tu DNS
- Realiza tests periódicamente: El mejor DNS puede variar con el tiempo y la localización. Haz tests al menos una vez al año o si notas que tu conexión empeora.
- Prioriza la redundancia: Configura siempre IP primaria y secundaria distintas, idealmente de distintos proveedores, para evitar quedarte sin conexión si un DNS falla.
- Ten en cuenta la compatibilidad: Asegúrate de que el DNS elegido soporta IPv6 si tu conexión y tus dispositivos ya usan este protocolo.
- No te olvides de la seguridad: Prefiere DNS con soporte para DNSSEC, DNS-over-HTTPS o DNSCrypt si te preocupa el secuestro de peticiones o la privacidad.
El mundo del DNS está en constante evolución. Ahora ya sabes que no basta con dejar la configuración por defecto: tienes a tu alcance múltiples opciones para personalizar tu experiencia en Internet, acelerando tu navegación, mejorando tu privacidad y aumentando la seguridad para ti y tu familia.
Tabla de Contenidos
- ¿Qué es el DNS y cuál es su función?
- Ventajas de cambiar los DNS por defecto
- Cómo funcionan los servidores DNS: proceso de resolución
- Principales ventajas de utilizar DNS alternativos
- Inconvenientes y riesgos de cambiar de DNS
- Diversidad de tipos de DNS: públicos, privados, de pago y gratuitos
- Listado actualizado de los mejores DNS para 2025
- DNS específicos para gaming y juegos online
- Cómo elegir el mejor DNS para cada caso
- Aplicaciones y herramientas para analizar y cambiar tu DNS
- Cambiar DNS en cualquier dispositivo (PC, Mac, Linux, móvil, consola, router…)
- Cómo limpiar la caché DNS para evitar problemas de acceso
- Qué es DNSCrypt y cómo mejora la seguridad de las solicitudes DNS
- Consejos adicionales para elegir y gestionar tu DNS