Fin del soporte de Windows 10: guía completa para decidir tu próximo paso

Última actualización: 26 de septiembre de 2025
  • Fechas oficiales: 11/06/2024 (21H2) y 14/10/2025 (fin de Windows 10).
  • Opciones ESU: un año gratis en Europa; en EE. UU., Windows Backup o Rewards.
  • Pago y empresas: ESU de 1 a 3 años; alternativa 0patch y LTSC.
  • Actualizar a Windows 11 o renovar con planes de intercambio y mejoras de hardware.

Fin del soporte de Windows 10

El final del soporte de Windows 10 está más cerca de lo que parece, y es normal que surjan dudas sobre fechas, riesgos y opciones reales para seguir protegido. En este artículo encontrarás todo lo que necesitas saber para tomar una decisión con tranquilidad: el calendario oficial, qué implica dejar de recibir parches, las vías para acceder a actualizaciones adicionales y qué alternativas tienes si tu equipo no puede dar el salto a Windows 11.

No todas las situaciones son iguales: en Europa y Estados Unidos existen caminos distintos para conseguir un año extra de parches, y las empresas cuentan con programas específicos y funciones de un jefe de soporte técnico. Además, si barajas renovar equipo o alargar la vida del actual, hay recomendaciones prácticas sobre memoria, almacenamiento y programas de intercambio/reciclaje con las que puedes ahorrar y reducir residuos.

Fechas clave del fin de soporte de Windows 10

Windows 10 ha ido recibiendo grandes actualizaciones durante años, pero su ciclo se cierra en dos hitos. El primero afectó a la penúltima versión y el segundo marca el final definitivo para el sistema. Conviene tener claras ambas fechas para planificar.

  • 11 de junio de 2024: fin de soporte para Windows 10 21H2. Si sigues en esa rama, lo recomendable fue actualizar a 22H2 siempre que fuera posible para mantener los parches de seguridad.
  • 14 de octubre de 2025: fin del soporte para Windows 10 22H2 (la última versión) y, por tanto, final de vida público de Windows 10. Desde ese día, no habrá actualizaciones de seguridad gratuitas.

Estos plazos afectan a todos los usuarios domésticos y profesionales. Una vez superada la fecha final, el sistema operativo no dejará de arrancar, pero quedará más expuesto a vulnerabilidades que ya no se corregirán con parches gratuitos.

Qué significa realmente el fin de soporte

Cuando un producto de Microsoft llega a su fin de soporte, la compañía cesa el envío de mejoras y correcciones. En Windows 10 esto se traduce en que no habrá nuevas funcionalidades ni actualizaciones de seguridad, incluso si se descubre una brecha grave tras la fecha de fin.

Hoy en día Windows 10 ya no recibe novedades, pero sí parches mensuales. Sin soporte, futuros fallos y vulnerabilidades se quedarán sin arreglar. Esto puede aumentar el riesgo de ataques, incluyendo bootkits UEFI, especialmente si conectas el equipo a Internet, instalas software nuevo o manejas información sensible.

Con el tiempo también notarás que ciertas apps y nuevos periféricos dejarán de ser compatibles. Los desarrolladores priorizan las versiones de Windows con soporte vigente, por lo que algunas aplicaciones irán abandonando el soporte a Windows 10 en sus últimas ediciones.

Importante: aunque Windows 10 siga funcionando, en entornos que exigen alta seguridad (empresa, educación, administraciones) mantener un sistema sin parches no es una opción prudente y conviene contar con soporte técnico a distancia. En el ámbito doméstico, la exposición también crece, y conviene valorar las alternativas que repasamos a continuación.

Opciones oficiales para seguir recibiendo parches en Windows 10

Microsoft ha abierto vías para prolongar la recepción de actualizaciones de seguridad en Windows 10 durante un tiempo limitado. Estas opciones varían según la región y el tipo de usuario (doméstico o empresa).

Un año adicional gratuito en Europa

Los usuarios del Espacio Económico Europeo cuentan con una ventaja: tras iniciar sesión con su cuenta de Microsoft en el equipo, pueden acceder a un año extra de actualizaciones de seguridad gratuitas para Windows 10. Esta ampliación llega tras la presión de diversas organizaciones de consumidores europeas que reclamaron no dejar desprotegidos a millones de usuarios.

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Entre esas iniciativas destacan la petición de la asociación francesa Halte à l’Obsolescence Programmée, que solicitó parches sin coste hasta 2030, y el aviso de la federación alemana de consumidores sobre el impacto en la libertad de compra. También desde Euroconsumers se trasladó una comunicación en la que se confirmaba el visto bueno de la compañía para conceder ese año adicional gratuito en Europa.

Estados Unidos: dos caminos gratuitos y selección vía Windows Update

En Estados Unidos, Microsoft mantiene dos vías para optar a un año adicional sin coste: realizar una copia de seguridad en la nube mediante la app Windows Backup o canjear 1.000 puntos de Microsoft Rewards. Los usuarios seleccionados dentro del programa de actualizaciones de seguridad extendidas (ESU) verán un aviso en Windows Update y podrán elegir la opción que prefieran.

Este enfoque busca que una parte de la base de usuarios de Windows 10 permanezca cubierta mientras se promueve la transición a Windows 11, equilibrando seguridad y adopción del sistema más reciente.

La vía de pago: ESU para particulares y empresas

Además de las opciones gratuitas, existe la posibilidad de pagar por las actualizaciones de seguridad extendidas. Para usuarios domésticos, la referencia pública es de 30 dólares por un año adicional de parches. En el caso de las organizaciones, el programa ESU permite llegar hasta tres años, con una estructura de precio creciente año a año.

Un detalle relevante: en Windows 10, por primera vez se ofrece ESU también a usuarios particulares. Hasta ahora, estas prórrogas estaban orientadas casi en exclusiva a entornos empresariales. Eso sí, se trata de una solución transitoria: la prórroga no se extiende indefinidamente, por lo que la migración a un sistema con soporte terminará siendo necesaria.

Comprar un PC con Windows 11: socios, reciclaje e intercambio

Si decides renovar equipo, el ecosistema de Windows cuenta con programas de intercambio y reciclaje en múltiples socios, tanto fabricantes como grandes retailers, para facilitar la transición a un PC con Windows 11 y dar una segunda vida a tu dispositivo.

Entre los OEM destacan Acer, ASUS, Dell, HP, Lenovo y Samsung, y en distribución global figuran Best Buy, Boulanger, Costco, Currys, Elkjøp, Fnac, Harvey Norman, JB Hi-Fi, MediaMarkt & SATURN, Officeworks, Sharaf DG y Walmart. Muchas de estas marcas y cadenas ofrecen planes para entregar tu equipo viejo y recibir un descuento o compensación económica en la compra de uno nuevo.

Adicionalmente, el Programa de intercambio de Microsoft permite reciclar tu PC de forma segura y responsable y obtener dinero si el dispositivo es apto. Así puedes conocer el valor de tu equipo usado en el canal oficial y asegurarte de que el proceso de devolución y reciclaje se realiza con criterios medioambientales adecuados.

Como nota general al hablar de compras, recuerda que los precios pueden variar con el tiempo y que, en algunos casos, ciertos enlaces comerciales pueden generar una comisión. Si te decantas por un PC nuevo, valora también si tiene capacidades de IA dedicadas (NPU) o no, pensando en la potencial obsolescencia en 3–5 años.

Actualizar o apurar el hardware actual: requisitos y mejoras recomendadas

Si tu ordenador es relativamente moderno, puede que reúna los requisitos de Windows 11. El punto que más condiciona es el TPM 2.0 y el tipo de procesador. Muchos equipos disponen de TPM pero lo tienen desactivado, por lo que conviene revisarlo en la UEFI/BIOS y activarlo si está disponible.

Para los equipos que no cumplan algún requisito, existe un ajuste para permitir la actualización bajo tu responsabilidad. Microsoft contempla una clave de registro que habilita upgrades en casos no soportados. Si decides seguir esta ruta, haz copia de seguridad y entiende los riesgos (tu equipo podría no recibir soporte completo ni algunas funciones):

reg add HKLM\SYSTEM\Setup\MoSetup /f /v AllowUpgradesWithUnsupportedTPMorCPU /d 1 /t reg_dword

Eso sí, hay límites: ciertos procesadores carecen de instrucciones necesarias para Windows 11 y no hay atajo que lo solucione. En esos casos, tocará quedarse en Windows 10 (con las opciones de ESU) o valorar otras alternativas.

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Si prefieres invertir en mejoras puntuales, fabricantes como Kingston recomiendan aumentar la memoria y apostar por SSD rápidos para dar aire al equipo. Como referencia, más de 16 GB de RAM mejoran la multitarea cotidiana, y 32 GB son deseables en escenarios donde planees integrar tareas con IA local en el medio plazo.

En almacenamiento, Windows 11 requiere al menos 64 GB para el sistema, pero lo ideal es contar con un SSD amplio y rápido que soporte cargas intensivas. Así puedes retrasar la compra de un PC nuevo hasta que el mercado madure y los modelos con IA ofrezcan mejor relación calidad/precio.

Alternativas más allá de Microsoft: 0patch, LTSC y otras vías

Existen soluciones de terceros que prometen prolongar la seguridad de Windows 10 más allá del plazo oficial. Una de las más comentadas es 0patch, que se compromete a proporcionar micropatches para vulnerabilidades hasta 2030. Es una opción interesante para entornos específicos, siempre valorando su cobertura y modelo de confianza.

Otra posibilidad es considerar Windows 10 LTSC, la rama de Soporte a Largo Plazo orientada a dispositivos críticos o industriales. No obstante, su licencia y condiciones no están planteadas para el usuario doméstico general y hay que revisar cuidadosamente si encaja en tu caso.

Para quien no quiera seguir en Windows, una distribución de Linux puede ser una salida válida, sobre todo en equipos que no cumplan los requisitos de Windows 11. Aun así, si tu prioridad es mantener aplicaciones y flujos de trabajo Windows, las vías de ESU y la migración a Windows 11 suelen resultar más directas.

En paralelo, medios especializados apuntan a que Microsoft está proyectando cómo serán los ordenadores de 2030 y la relevancia de la interacción más allá del tacto. También hay piezas divulgativas sobre la evolución de Windows desde sus inicios hasta hoy, por si te apetece un repaso histórico mientras planificas el siguiente paso.

¿Puedo seguir usando Windows 10 tras el fin de soporte?

Sí. Cuando llegue la fecha, tu PC con Windows 10 seguirá funcionando; no se bloqueará ni quedará inutilizado. La diferencia es que no recibirás más parches de seguridad gratuitos. Esto conlleva que, con el tiempo, el riesgo de ataques aumente, y algunas apps dejen de actualizarse para esa versión de Windows.

Si tu situación económica es ajustada y no puedes cambiar de equipo o sistema, valora seriamente las opciones gratuitas o de bajo coste para mantener parches durante, al menos, un año extra (según tu región). No hacer nada implica aceptar riesgos crecientes, especialmente si manejas datos sensibles o trabajas a diario online.

En el ámbito empresarial, la opción de no hacer nada no es recomendable por motivos de cumplimiento y seguridad. Apuesta por ESU, migración planificada y/o renovación gradual del parque con criterios de coste total de propiedad.

Dispositivos y gamas afectadas

El fin de soporte impacta a todos los PC que ejecutan Windows 10, con independencia del fabricante. Para hacerse una idea del alcance, en el entorno de Dell figuran familias como Alienware, Inspiron, Latitude, OptiPlex, Vostro, XPS, G Series, así como Workstations fijas y móviles. Esta diversidad refleja que hablamos de millones de equipos de consumo y profesionales en todo el mundo.

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Si posees uno de estos equipos, las recomendaciones de este artículo aplican por igual: revisar opciones ESU, estudiar la migración a Windows 11 si es viable, o considerar mejoras de hardware y planes de entrega/reciclaje. La marca o gama no cambia la necesidad de planificar.

Actualizar a Windows 11 sin pagar licencia extra

Si tu PC cumple los requisitos, pasar de Windows 10 a Windows 11 es gratuito con tu licencia válida. El instalador reconocerá la activación y no necesitarás comprar una clave nueva. Asegúrate de que el TPM 2.0 está activado en la UEFI/BIOS y de que tu CPU entra en la lista soportada.

En equipos con TPM desactivado, basta con entrar en la configuración del firmware y habilitarlo (a veces aparece como fTPM o PTT según el fabricante). Si aun así no cumples algún requisito, una vía posible es usar la clave de registro para permitir upgrades no soportados, siempre entendiendo que podrías perder ciertas garantías de soporte:

reg add HKLM\SYSTEM\Setup\MoSetup /f /v AllowUpgradesWithUnsupportedTPMorCPU /d 1 /t reg_dword

Si no tienes licencia oficial, puedes valorar el Programa Windows Insider para descargar compilaciones previas (beta o Release Preview). En ese escenario conviene tener en cuenta que, a cambio de probar versiones anticipadas, es posible que topes con errores y cambios frecuentes.

Compra con cabeza: IA sí o no, y cómo estirar el presupuesto

Si te planteas un PC nuevo, el dilema de los “PC con IA” es real. Los modelos con NPU suelen tener precio más alto y dudas de compatibilidad inicial, mientras que uno sin NPU podría quedar corto en 3–5 años si las funciones locales de IA se popularizan. Valora tu tipo de uso y horizonte temporal.

En cualquier caso, para una transición ordenada y sostenible, apoya tu decisión en los programas de intercambio y reciclaje de OEM y retailers citados: Acer, ASUS, Dell, HP, Lenovo, Samsung, y cadenas como Best Buy, Boulanger, Costco, Currys, Elkjøp, Fnac, Harvey Norman, JB Hi-Fi, MediaMarkt & SATURN, Officeworks, Sharaf DG y Walmart.

Y recuerda que, mientras madura la oferta de PC con IA, puedes mejorar el equipo actual con más RAM y SSD para prolongar su utilidad. Pasar de 8 a 16 o 32 GB marca una gran diferencia si trabajas con muchas pestañas, edición básica de vídeo o herramientas con IA asistida.

Como tendencia de fondo, diversos analistas apuntan a una década con nuevas formas de interactuar más allá del tacto (voz, gestos, IA contextual). Sea cual sea tu decisión inmediata, conviene no precipitarse y alinear compra y necesidades reales de los próximos años.

Windows 10 encarará su tramo final con opciones para quienes necesiten tiempo extra (gratuitas en Europa o bajo condiciones en EE. UU., y de pago vía ESU). Si tienes un PC compatible, el salto a Windows 11 es directo y sin coste de licencia; si no lo es, existen mejoras de hardware, programas de intercambio y vías alternativas que te permiten seguir adelante sin poner en juego tu seguridad.

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