Trucos de Google Chrome para navegar mucho más rápido

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Si notas que Google Chrome va cada vez más lento, tarda en abrir pestañas o tu portátil se pone a bufar como una locomotora, no eres el único. Chrome sigue siendo el rey de los navegadores, pero también es uno de los que más recursos chupa si lo dejamos «a su bola» con mil pestañas, extensiones y datos acumulados durante años.

La buena noticia es que puedes acelerar muchísimo Chrome tocando solo ajustes nativos, sin instalar cosas raras ni ponerte a trastear con opciones experimentales que puedan romper algo. En esta guía tienes un recopilatorio muy completo de trucos, ajustes y buenas prácticas (en ordenador y en móvil) para que tu navegador vuelva a ir tan fino como el primer día… o mejor.

1. Mantén Chrome siempre al día y con buena base

Antes de meternos en ajustes avanzados, lo básico es que Chrome esté actualizado. Cada nueva versión incluye mejoras de rendimiento, seguridad y correcciones de errores que pueden ser justo lo que está frenando tu navegador.

Para comprobar manualmente si hay una versión nueva, abre el menú de los tres puntos (arriba a la derecha), entra en Ayuda > Información de Google Chrome y espera unos segundos. El propio navegador buscará actualizaciones, las descargará y las instalará; normalmente solo tendrás que reiniciarlo. Si sueles ignorar las notificaciones, este repaso rápido te asegura ir siempre con la mejor versión disponible.

Si después de tocar medio navegador sigue yendo a pedales, una solución drástica pero muy efectiva es reinstalarlo desde cero. Desinstala Chrome de tu sistema, baja la última versión desde la web oficial e instálala limpia. Así te quitas de golpe posibles configuraciones corruptas o restos de extensiones que estén dando guerra en segundo plano.

2. Ajustes nativos de rendimiento: donde realmente se nota

Chrome incluye un panel de rendimiento muy potente que la mayoría de usuarios ni mira. Desde ahí puedes controlar el consumo de memoria, el uso de la GPU, los procesos en segundo plano y la precarga de páginas.

Ahorro de memoria y ahorro de energía

La función Ahorro de memoria libera RAM automáticamente suspendiendo las pestañas que llevas tiempo sin usar, para que las que tienes en primer plano vayan mucho más sueltas. Cuando vuelves a una pestaña «dormida», se recarga y listo.

Para activarlo, entra en Configuración > Rendimiento (o escribe chrome://settings/performance en la barra de direcciones) y activa Ahorro de memoria. Desde ahí también puedes marcar webs que quieras dejar siempre activas (por ejemplo, una app de música, correo o videollamadas).

En portátiles te interesa también Ahorro de energía, que reduce actividad en segundo plano y algunos efectos visuales cuando estás con batería. No solo alarga la autonomía, también ayuda a que el navegador vaya más fluido cuando el equipo va justo de recursos.

Precarga de páginas para navegar «por delante»

Chrome puede adelantarse y cargar páginas que cree que vas a visitar en función de tus hábitos de navegación y de los enlaces en los que sueles hacer clic. Eso hace que muchos sitios parezcan abrirse casi al instante.

Entra en Configuración > Rendimiento o Privacidad y seguridad y busca la opción Precargar páginas para navegar y buscar más rápido. Puedes dejar la precarga estándar o pasar a la precarga ampliada, que usa más datos y servidores de Google para ir todavía más rápido. Si tu conexión es medida o tu tarifa de datos es limitada, conviene que valores el equilibrio entre velocidad y consumo.

Aceleración por hardware y procesos en segundo plano

La aceleración por hardware permite que la tarjeta gráfica haga parte del trabajo de renderizar vídeos, animaciones y contenido pesado, liberando a la CPU. En la mayoría de equipos mejora la velocidad, pero en máquinas viejas o con drivers problemáticos puede generar microcortes o errores gráficos.

Puedes activar o desactivar esta opción en Configuración > Sistema, marcando o desmarcando Usar aceleración por hardware cuando esté disponible. Si sospechas que la gráfica está dando problemas, entra en chrome://gpu para ver el estado y prueba a desactivar la aceleración a modo de test.

En esa misma sección de Sistema verás la opción Seguir ejecutando aplicaciones en segundo plano cuando Google Chrome esté cerrado. Si no necesitas apps de Chrome funcionando al cerrar el navegador, desactívala: ganarás memoria y cerrarás de verdad todos los procesos cuando salgas.

Elige bien cómo arranca Chrome

Muchos usuarios tienen Chrome configurado para abrir todas las pestañas que quedaron abiertas la última vez. Si hablamos de 100 pestañas, el inicio se vuelve eterno. Desde Configuración > Al abrir el navegador puedes elegir entre abrir la página de nueva pestaña, restaurar lo anterior o cargar un conjunto concreto de páginas ligeras.

Una estrategia bastante cómoda es guardar lecturas pendientes en la Lista de lectura o en marcadores, en lugar de dejarlas abiertas indefinidamente. Así Chrome arranca rápido y solo abres lo que realmente necesitas en cada sesión.

3. Domina las pestañas sin matar la memoria

Chrome se arrastra sobre todo cuando acumulamos pestañas como si no hubiera mañana. Cada pestaña es un proceso con su consumo de memoria, y si a eso le sumas extensiones y vídeos en segundo plano, el resultado es un navegador ahogado.

Agrupa, fija y mueve pestañas como un pro

Los grupos de pestañas son una maravilla para organizarte. Haz clic derecho en una pestaña y elige Añadir pestaña a nuevo grupo. Puedes darle nombre, color y plegar el grupo para liberar espacio en la barra. Después, arrastra otras pestañas al mismo grupo o crea más grupos según tus proyectos.

Si además fijas las pestañas esenciales (correo, mensajería, herramientas clave), las tendrás siempre a la izquierda, ocupando menos sitio y evitando cierres accidentales. Clic derecho en la pestaña > Fijar, y se quedará pegada a la barra, incluso entre sesiones si así lo has configurado.

Cuando trabajas con muchísimas pestañas, puedes seleccionar y mover varias a la vez. Mantén pulsado Ctrl y ve haciendo clic en las pestañas que quieras o usa Mayúsculas para seleccionar un rango. Después, arrastra el conjunto para reordenarlo o para llevarlo a una nueva ventana.

Cerrar, silenciar y descartar pestañas pesadas

Lo más simple pero también lo más efectivo: cierra lo que no necesitas. Cada pestaña que se queda ahí «por si acaso» es RAM que pierdes y rendimiento que regalas. En Windows puedes ir cerrándolas rápido con Ctrl + W, y si te equivocas, restaurar la última pestaña con Ctrl + Mayús + T.

Si una pestaña se pone a sonar de repente y no sabes cuál es, busca el icono de altavoz en la barra de pestañas. Haz clic derecho en esa pestaña y selecciona Silenciar sitio para callar todas las reproducciones de esa web sin tener que estar cazando el reproductor dentro de la página.

Para situaciones en las que la memoria está al límite, escribe chrome://discards en la barra de direcciones. Verás una lista de pestañas con su consumo de recursos y un botón Discard para descartarlas manualmente. Siguen visibles, pero su contenido se descarga de la memoria y se recarga al volver, lo que ayuda mucho en equipos con poca RAM.

Control multimedia centralizado

Si tienes música, podcasts o vídeos abiertos en varias pestañas, no hace falta ir uno por uno para pausarlos. A la derecha de la barra de direcciones verás un icono con una nota musical. Al pulsarlo se abre un panel desde el que puedes pausar, reanudar, pasar de pista o incluso sacar el vídeo a una ventana flotante, todo sin cambiar de pestaña.

Lista de lectura y páginas para más tarde

Muchos acumulamos pestañas solo porque «las leeré luego». Mejor usa la función de marcadores y la Lista de lectura. Haz clic en la estrella de la barra de direcciones y elige si quieres guardar la página en marcadores o en la Lista de lectura.

La Lista de lectura te muestra qué artículos están pendientes y cuáles ya has leído, marcándolos automáticamente al abrirlos. Así no necesitas tener 30 pestañas abiertas «en espera» y Chrome respira mucho mejor.

4. Extensiones y apps: quita todo lo que no sume

Las extensiones son geniales hasta que tienes demasiadas. Cada una añade procesos, scripts y consumo constante, incluso si apenas las usas. Es uno de los motivos más habituales por los que Chrome se vuelve un ladrillo.

Audita y limpia tus extensiones

Ve a chrome://extensions para revisar todo lo que tienes instalado. Pregúntate, sin miramientos, qué usas de verdad a diario. Desactiva con el interruptor lo que no necesites y elimina con Quitar las extensiones que llevas meses sin tocar.

Una técnica efectiva es desinstalarlo prácticamente todo y volver a ir instalando extensiones poco a poco, probando cómo responde el navegador. En cuanto notes que Chrome se vuelve a ralentizar tras instalar una concreta, ya tienes a la culpable.

Si alguna función de una extensión existe ya en Chrome de forma nativa (bloqueo de ventanas emergentes, autocompletado, gestión de contraseñas…), suele ser mejor tirar de la función integrada, que está más optimizada y consume menos recursos.

Perfiles separados y modo invitado

Crear perfiles distintos para trabajo y uso personal es un truco muy infravalorado. Cada perfil tiene su propio conjunto de extensiones, historial y configuración. Puedes tener uno muy ligero para trabajar, con solo las herramientas que realmente necesitas, y otro «cargado» para tu uso personal.

Si quieres diagnosticar por qué Chrome va lento, abre una ventana en Modo invitado. En ese modo no se cargan tus extensiones ni tus datos. Si ahí el navegador va rápido, casi seguro que el problema está en alguna extensión, en el almacenamiento de algún sitio o en tu configuración.

Aplicaciones web y accesos directos

Muchos servicios web ofrecen versión tipo app (PWA) que se integra mejor con el sistema y suele ser más ligera que tener la web cargada en una pestaña más. Cuando una web lo permite, Chrome te mostrará un icono de instalación en la barra de direcciones con la opción Instalar.

También puedes crear accesos directos desde Más herramientas > Crear acceso directo. Puedes hacer que se abra en una ventana independiente como si fuera una app de escritorio, ideal para correo, notas o gestores de tareas.

5. Limpieza de datos, caché y permisos

Con el tiempo, Chrome acumula un montón de caché, cookies y datos de sitios que pueden provocar lentitud, errores raros o páginas que no cargan como deberían. Una limpieza periódica mantiene el navegador ligero y reduce problemas.

Borrar caché y datos de navegación

Puedes abrir directamente la ventana de borrado con el atajo Ctrl + Mayús + Suprimir. Selecciona el intervalo de tiempo (desde la última hora hasta Desde siempre) y marca al menos Imágenes y archivos en caché y Cookies y otros datos de sitios. Si quieres ir más a fondo, en la pestaña Configuración avanzada puedes añadir contraseñas guardadas, datos de autocompletado, etc.

Si solo una web concreta te da problemas (no se carga bien, va excesivamente lenta, se queda pillada…), no hace falta que borres todo. Entra en chrome://settings/siteData, busca el dominio que te interesa y elimina únicamente el almacenamiento de ese sitio.

Controla cookies y contenido pesado

Las cookies de terceros se usan muchas veces para rastrearte y cargar anuncios, y pueden llegar a generar bastante actividad en segundo plano. Entra en Configuración > Privacidad y seguridad > Cookies y otros datos de sitios y valora bloquear cookies de terceros, al menos en modo incógnito.

Desde Configuración de sitios puedes ir más allá y controlar permisos de notificaciones, acceso a cámara y micrófono, ventanas emergentes, JavaScript o incluso imágenes. En conexiones lentas, una opción radical pero efectiva es bloquear la carga de imágenes: la experiencia visual se resiente, pero las páginas vuelan.

Si alguna vez aceptaste notificaciones de webs pesadas o molestas, también desde Configuración de sitios puedes revocar esos permisos, evitando que activen procesos en el fondo cuando ni siquiera las tienes abiertas.

Seguridad y limpieza interna de Chrome

Chrome integra su propia herramienta para buscar software dañino que pueda estar afectando al rendimiento. Ve a Configuración > Restablecer y limpiar > Limpiar ordenador y pulsa en Buscar. El navegador escaneará el sistema en busca de programas problemáticos relacionados con Chrome.

En esa misma sección puedes restablecer la configuración con la opción Restaura los valores predeterminados originales de la configuración. Esto devuelve página de inicio, motor de búsqueda y pestañas fijadas a su estado inicial, desactiva extensiones y borra datos temporales, manteniendo marcadores, historial y contraseñas.

6. Herramientas internas para exprimir al máximo Chrome

Chrome esconde varias páginas internas muy útiles para ver qué está pasando por dentro cuando el navegador va lento.

Administrador de tareas del navegador

Con Mayús + Esc abres el Administrador de tareas de Chrome, donde verás todas las pestañas, extensiones y procesos con su consumo de CPU, memoria y red. Ordena por la columna de CPU o Memoria para cazar lo que se está comiendo el rendimiento.

Selecciona cualquier elemento y pulsa en Finalizar proceso para cerrarlo al instante. Es mucho más preciso que matar todo el navegador y te ayuda a identificar webs o extensiones que se han vuelto locas.

URLs internas clave

Si quieres trastear un poco más, hay varias direcciones internas muy prácticas:

• chrome://discards: para descartar pestañas y ver cómo gestiona Chrome la memoria.
• chrome://gpu: información sobre aceleración por hardware y estado de la GPU.
• chrome://settings/siteData: almacenamiento por sitio, ideal para limpiar webs concretas.
• chrome://chrome-urls: listado completo de todas las URLs internas disponibles.

Úsalas con cabeza, porque algunas están pensadas para usuarios avanzados. Aun así, no necesitas tocar flags experimentales para notar una mejora brutal: con estas herramientas estándar suele ser más que suficiente.

7. Trucos del omnibox y atajos que ahorran mucho tiempo

La barra de direcciones de Chrome (omnibox) es bastante más lista de lo que parece. No solo sirve para poner URLs o hacer búsquedas, también lanza acciones directas y búsquedas internas.

Acciones de Chrome y atajos con @

Si escribes cosas como «borrar datos de navegación», «abrir ventana de incógnito» o «traducir esta página», verás que el propio omnibox te sugiere una acción con un botón. Pulsas y Chrome hace el ajuste sin que tengas que ir navegando por menús.

Además, puedes usar los comandos @pestañas, @historial y @marcadores. Escribe uno de ellos, pulsa espacio y luego tu búsqueda. Así encontrarás pestañas ya abiertas, páginas que visitaste o enlaces guardados, evitando abrir duplicados y ahorrando memoria.

Buscar dentro de webs desde la barra

Para muchas webs con buscador interno (YouTube, Amazon, Wikipedia…), basta con escribir su dominio (por ejemplo, youtube.com) y pulsar la tecla Tab. Verás un indicador de que estás buscando «dentro» de YouTube, y lo que escribas a continuación se enviará a su buscador sin pasar por la página principal.

Puedes crear motores de búsqueda personalizados desde Configuración > Buscador > Administrar motores de búsqueda, asignando palabras clave cortas para tus sitios favoritos. Así lanzas búsquedas específicas con muy pocas teclas.

Atajos de teclado esenciales

Acostumbrarse a unos pocos atajos te ahorra docenas de clics al día y hace que sientas el navegador mucho más ágil:

• Ctrl + T: abrir nueva pestaña.
• Ctrl + W: cerrar pestaña actual.
• Ctrl + Mayús + T: reabrir la última pestaña cerrada.
• Ctrl + Tab / Ctrl + Mayús + Tab: moverse entre pestañas.
• Ctrl + 1…8: saltar a una pestaña concreta; Ctrl + 9 va a la última.
• Ctrl + L o Alt + D: enfocar la barra de direcciones.
• Ctrl + F: buscar texto dentro de la página actual.
• Ctrl + P: imprimir o guardar como PDF.

En macOS, la mayoría de estos atajos cambian Ctrl por Comando, y Mayús por Shift, pero la lógica es la misma.

8. Chrome en el móvil: ajustes y gestos que marcan la diferencia

Todo lo anterior ayuda mucho en ordenador, pero en el móvil también hay margen de mejora. Chrome para Android e iOS incluye varias opciones pensadas para acelerar la navegación y reducir consumo de datos.

Precarga de páginas y caché en el móvil

Desde el menú de Chrome en tu móvil, entra en Configuración > Privacidad y seguridad y activa Precargar páginas para navegar más rápido y buscar. Si eliges la precarga ampliada, Chrome usará los servidores de Google para cargar páginas con antelación, algo muy cómodo si navegas mucho conectado a WiFi.

Limpiar caché y cookies en el móvil también se nota. Ve a Historial > Borrar datos de navegación, elige el intervalo (si quieres, Desde siempre) y marca imágenes y archivos en caché, además de cookies y datos de sitios. Al aceptar, liberarás espacio y puede que acabes con muchos cuelgues y fallos.

Vídeos y vistas previas: que no te ralenticen

Las vistas previas de vídeos consumen datos y recursos aunque no llegues a reproducirlos. Desde la app de Google, entra en google.com/preferences, ve a Otros ajustes y desactiva Reproducir automáticamente vistas previas de vídeos. Tu navegación será más fluida y gastarás menos datos.

Gestos rápidos para moverte entre pestañas

En Android, la barra de direcciones es también un «trackpad». Puedes deslizar a izquierda o derecha sobre ella para cambiar entre pestañas, tirar hacia abajo para ver el selector de pestañas o arrastrar hacia abajo en una página para recargarla rápidamente.

En páginas largas, usar estos gestos combinados con la caché del navegador hace que moverte y recargar sea bastante más ágil que ir recurriendo constantemente a los botones de la interfaz.

Modo lectura, descargas y datos

Chrome para móvil ofrece una Vista simplificada en las opciones de Accesibilidad, que muestra un modo lectura mucho más ligero. Úsalo para artículos largos con mucha publicidad o elementos pesados; el texto carga más rápido y consumes menos recursos.

Si sabes que vas a estar sin buena cobertura, puedes descargar páginas completas desde el menú > Descargar. Luego se abren desde el propio navegador casi al instante, como si fueran contenido local, algo muy útil en trenes, metros o zonas con mala señal.

Con todo este conjunto de ajustes, trucos y buenos hábitos puedes transformar por completo la sensación de velocidad de Google Chrome, tanto en tu ordenador como en el móvil. Reducir pestañas, domar las extensiones, aprovechar el panel de rendimiento y limpiar datos de vez en cuando hace que el navegador vuelva a ir ligero, estable y sin sobresaltos, incluso en equipos que ya tienen unos años a sus espaldas.